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Transoxiana 5 - Diciembre 2002
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El hambre en tiempos de José

Lic. Graciela N. Gestoso Singer

Resumen: "El Hambre en tiempos de José". La base histórica del relato del Génesis acerca de la estadía de José en Egipto parece corresponder con el período de reinado de Amenofis III y IV. Sin embargo, no existe evidencia epigráfica y documental de una hambruna prolongada durante la época de El Amarna. Los elementos mencionados en el Génesis relacionados con el hambre pertenecen a períodos anteriores, como la crisis ecológica del ca. 2200-2000 a.C., o posteriores, como aquella correspondiente al ca. 1200-1000 a.C., que desencadenó el movimiento de los "Pueblos del Norte y del Mar" hacia Oriente.
 
Abstract: "Famine in the epoch of Joseph". The historical basis of the Genesis narratives concerning the story of Joseph in Egypt is assumed to have taken place during the reigns of Amenhotep III and IV. However, there is no epigraphic and documental evidence related to a prolonged famine during the Amarna Period. The elements connected with famine mentioned in Genesis belong to previous or later periods, either the ecological crisis of 2200-2000 B.C.E., or that of 1200-1000 B.C.E. which provoked the movement of the "Sea Peoples" to the Levant.

José, mayordomo del faraón

Según el Génesis, José fue llevado a Egipto por los Madianitas, quienes lo vendieron al eunuco Putifar, principal proveedor del faraón, el cual, reconociendo las aptitudes de José, no tardó en nombrarlo Mayordomo de su casa (Gén. XXXVII: 36; XXXIX: 1-9). Zuleika, la esposa de Putifar, cortejaba a José, y ante reiterados rechazos, recurrió a las amenazas: "¡Te mataré de hambre!", ante lo que José le respondió: "Dios alimenta a los hambrientos". Finalmente, José fue acusado por Zuleika y encerrado en la cárcel del faraón (vs. 10-20).

La misma fábula aparece en los mitos griegos de Biádice y Frixo, Antea y Belerofonte, y Fedra e Hipólito. En todos estos casos, el motivo del hombre que rechaza las proposiciones de la mujer ha sido interpretado como el horror al incesto. La fábula de Biádice y Frixo proviene de la Cadmea beocia e introduce un mito cananeo importado; los otros dos provienen del golfo de Corinto, donde era fuerte la influencia semítica occidental. Otras versiones se encuentran en Tesalia y en Ténedos, donde adoraban al dios fenicio Melkart; pero su registro escrito más antiguo aparece en el "Cuento de los Dos Hermanos" egipcio, del que han sido tomados los mitos de Abraham, Sara y el faraón; Abraham, Sara y Abimelec; e Isaac, Rebeca y Abimelec (Gén. XII: 1-20; XX: 1-18).

A la esposa de Putifar no se le dio nombre hasta que el Sepher Hayashar la llamó Zuleika. Sin embargo, en el Testamento de José (XII: 1; XIV: 1), se la llama "la mujer de Mof". La principal elaboración midrástica del relato sencillo del Génesis recuerda el relato que hace Ovidio de los sufrimientos de Fedra en Heroidas IV, 67 ss.

El festival que permitió a Zuleika quedarse sola con José fue, bien "la Recepción del Nilo", llamada también "la Noche en que Isis llora" (el 20 de Junio), o bien el Festival del Año Nuevo, que se realizaba a mediados de Julio, celebrando la reaparición de Sirio, cuando el Nilo llegaba a su nivel máximo en el Egipto Medio.

 

José y los sueños del faraón

Mientras José se hallaba en prisión, el faraón soñó que estaba a orillas del Nilo y veía salir de él siete vacas hermosas y muy gordas, que se ponían a pacer los tallos de papiro. Después salieron del río otras siete vacas feas y muy flacas, que devoraban a sus hermanas.

Luego el faraón tuvo otro sueño, en el que veía siete grandes espigas, que salían de una sola caña de trigo, pero detrás de ellas brotaban siete espigas flacas y quemadas por el viento.

Los adivinos del faraón le dijeron que: "Las siete vacas gordas indican que engendrarás siete bellas hijas; las flacas, que todas ellas morirán de una enfermedad agotadora. Las siete espigas de trigo gordas indican que conquistarás siete naciones; las marchitas, que más tarde se rebelarán" (Gén. XLI: 1-8).

No satisfecho con estas interpretaciones, el faraón consultó a José, conocido por su sabiduría en lo que respecta a sus sueños. José dijo: "Dios ha enviado al faraón dos sueños con un mismo significado. Las siete vacas hermosas y las siete grandes espigas de trigo representan años, de igual manera, las vacas flacas y las espigas vacías. A siete años de abundancia habrán de seguir siete de hambre tan severa que los tiempos de abundancia quedarán completamente olvidados". Asimismo, José le aconseja al faraón que elija a un Visir de confianza, capaz de abastecerlo en previsión de los malos días venideros (vs. 9 ss.).

El faraón lo designó "Visir" de todo Egipto y lo nombró "Zafnat Paneaj" ("A través de él habla el Dios vivo"), ratificando sus amplios poderes. Entre sus funciones se encargó de recibir grano y legumbres y almacenarlos en los graneros provinciales a modo de reserva.

Asimismo, por favor del faraón, José se casó con Asenat, la hija de Potiferá, el sacerdote de Heliópolis. Ella le dio dos hijos: Manasés y Efraím, que hicieron olvidar sus penas y aflicción.

La base histórica de este relato bíblico parece ser la ascensión, bajo los faraones Amenofis III y IV (dinastía XVIII), de un general semita llamado Yanhamu, que se desempeñó como "Superintendente de los Graneros de Yarimuta" ("Jerimot" en Josué XII: 11) y "Superintendente de los Países extranjeros" (en Siria y Canaán). Yanhamu pudo haber sido un prisionero de guerra, vendido a cambio de trigo en Yarimuta.

Según el Génesis, el faraón le dio a José además del anillo o sello real, "ropas blancas de lino", lo que significa que le entregó el delantal regio, o "shendit".

El cargo de "Superintendente de los Graneros", aunque habitualmente distinto del de "Visir", era desempeñado generalmente por altos funcionarios de la corte y príncipes reales.

El casamiento del Visir con la hija de un sacerdote de Ra (el dios sol) y la aceptación por el faraón de la religión monoteísta de José sugieren que se trataba de Amenofis IV (Akhenaton), el faraón reformador religioso, que sólo adoraba a Aton (el disco solar) y cambió su nombre por el de Akhenaton y construyó una nueva capital en El Amarna.

Se ha sugerido que el título de José ("Zafnat Paneaj"), que no tiene sentido en hebreo ni en egipcio, puede ser "Zaphnto-Pa'ankhi", el "alimentador de vida". El faraón lo llamaba "Abrech", término no egipcio, pero que recuerda el "abaraku" asirio-babilónico, título que se daba a los altos funcionarios y significa "Divinamente bendito".

El nombre de Asenat era tal vez "Ankhesatón" ("An-khe-sen-pa-ton"), el de la propia hija del rey Akhenaton. Se sabe que el Gran Sacerdote de Aton fue Meri-Ra; y el nombre de Potiferá puede haber sido sustituido por el suyo gracias a una confusión con Putifar, el amo original de José.

 

El hambre

"¡A siete años de abundancia seguirán siete de hambre!" (Gén. XLI: 29-30).

Los siete años de abundancia llegaron y pasaron, y siguieron siete años de hambre. Cuando todos los graneros regionales quedaron vacíos, José redistribuyó grano de los graneros centrales a la población. Los egipcios no tomaron ciertas previsiones y el alimento no resistió el paso del tiempo. José acumuló el grano y lo mezcló con tierra de los campos, única defensa contra plagas y humedad (Gén. XLI: 53-57).

El hambre azotó no sólo a Egipto y se extendió a la península Arábiga, Canaán y Siria. José los abasteció y enriqueció el Tesoro de Egipto. Se intercambió el grano por ganado, metales, tierras y hasta se entregaron a los hijos como pago.

Esta es la explicación que se le da a fin de justificar el derecho de propiedad de la tierra, exclusivo del faraón. Luego, se entregaron tierras a los agricultores, quienes deberían pagar un tributo anual de un quinto de su producción (Gén. XLVII: 13-26).

Jacob se enteró de que se podía obtener trigo en Egipto y envió a sus hijos -a excepción de Benjamín. José solicitó la lista de los extranjeros recién llegados en busca de grano y envió a llamarlos (Gén. XLII: 1-5). Los hermanos se presentaron en la Corte y dijeron: "Venimos de Canaán a comprar trigo" (v. 7). Sin embargo, fueron acusados de espionaje por José y se les exigió ir en busca de su hermano menor Benjamín. Simeón quedó en prisión como rehén; mientras los otros hermanos regresaron a Canaán. En secreto, José mandó llenar de trigo sus sacos y ocultar en cada saco el dinero de la compra (vs. 6-25).

Que José ordenase a los egipcios que pagasen al faraón la quinta parte de su producción de trigo da autoridad mítica a una disposición que subsiste al presente entre los agricultores arrendatarios y los terratenientes en muchas regions del Medio Oriente

La mezcla de tierra con el grano, ingeniosamente explicada como una medida preservativa, puede ser un recuerdo de cómo los molineros medievales adulteraban su harina.

Respecto a la situación de hambruna vivida en el Cercano Oriente Antiguo, existen otros antecedentes en la historia de Egipto. Durante el Reino Antiguo, el Visir Ptahhotep menciona en sus Máximas la necesidad de mantener los graneros bien abastecidos en previsión de los años de hambre. Se registra una de esas hambrunas en una inscripción en la tumba de Amene en Beni-Hasan, un funcionario que no tomó la precaución de almacenar grano en épocas de abundancia. Un funcionario llamado Baba (dinastía XVII) registra, en una Inscripción hallada en El-Kab, una hambruna que duró muchos años bajo los reyes hicsos. Algunos historiadores la identifican con el hambre de la época de José, pero los detalles del relato del Génesis reflejan una fecha posterior al período hicso.

La evidencia mencionada refleja la hambruna del denominado Primer Período Intermedio en Egipto, que se caracterizó por un debilitamiento del estado, crisis ecológica, baja del Nilo y crisis socio-económica, que a largo plazo desencadenarían esos períodos de escasez de alimentos y, por consiguiente, de hambre.

Finalmente, el Génesis relata la llegada de Jacob con sus hijos desde Israel, donde fueron provistos de alimento mientras duró el hambre (Gén. XLVII: 11-12; 28).

No hay discrepancia entre el hambre causada por no haber crecido el Nilo y la provisión de pasto en Gosén. Las crecidas del Nilo dependen de las grandes nevadas de Abisinia, y no de las lluvias locales. Jacob difícilmente podía haber pasado hambre en su paso por Beer Sheva, mientras todavía le era posible apacentar sus ganados, ninguno de los cuales parece haber muerto a consecuencia de la sequía. Tal vez, Canaán meridional dependía de Egipto para su abastecimiento de cereal inclusive en los buenos años y los pastores hebreos habían llegado a considerar al pan como una necesidad, más bien que como un lujo.

 

Conclusión

En definitiva, la base histórica del relato del Génesis acerca de José como Visir en Egipto parece corresponder con el período de reinado de Amenofis III y IV. Sin embargo, no existe evidencia epigráfica y documental de una hambruna prolongada durante la época de El Amarna. Los elementos mencionados en el Génesis relacionados con el hambre pertenecen a períodos anteriores como la crisis ecológica del ca. 2200-2000 a.C. que afectó al Cercano Oriente o posteriores como aquella correspondiente al ca. 1200-1000 a.C., que desencadenarían el movimiento de los "Pueblos del Norte y del Mar" hacia Oriente.

*A fin de facilitar su lectura por Internet, se ha presentado un resumen de la versión original del trabajo de investigación.

**Doctoranda de la Universidad de Buenos Aires (bajo la dirección de la Dra. Alicia Daneri Rodrigo); Miembro de Unicef y Amnistía Internacional, y Doctora Honoraria de la Unesco (2002).


© Graciela N. Gestoso. Tel Aviv, 2001
Actualizado el 24/07/2004
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