Transoxiana Journal

Transoxiana 10 - Julio 2005
Índice

Claves de la situación en Irak II

María Inés Pampin


Actualizado al 1º de junio de 2005

INTRODUCCION

El presente trabajo continúa lo iniciado en el anterior, "Claves de la situación en Irak. Primera parte," con lo cual es recomendable que quien no esté familiarizado con la realidad iraquí lea la primera parte de esta serie antes que la presente. Esta intenta, al igual que el primer trabajo, dar una visión clara y en perspectiva, aunque por supuesto no exhaustiva, de las complejas cuestiones que definen el drama iraquí, algo así como "poner orden en el caos" que Irak parece presentar a quien no lo sigue de cerca. Con tal fin, se examinará primero la situación política, luego los actores y posteriormente la situación militar. La conclusión se propone poner en perspectiva lo tratado a lo largo del trabajo, poniendo de manifiesto las claves que explican las razones de la presente situación. Por supuesto, también aborda las perspectivas futuras.

LA SITUACION POLITICA

Las elecciones

Desde los ataques en diciembre a trabajadores electorales, cientos de éstos en las provincias de Mosul y Anbar abandonaron sus puestos. A fines de diciembre el Partido Islámico Iraquí, el mayor partido sunita con candidatos para las elecciones, se retiró de éstas, diciendo que las condiciones de seguridad no permitían una elección justa, reiterando su pedido de una postergación de 6 meses, y afirmando que no estaba llamando a un boicot. El 30 de diciembre 3 grupos insurgentes, Ansar al-Sunna, el Ejército Islámico en Irak y el Ejército Mujahidin, advirtieron que quienes participaran en las elecciones no estarían seguros. Partidos sunitas boicotearon las elecciones.

A principios de enero el gobierno iraquí dio señales de estar más dispuesto a posponer las elecciones, en contraste con sus declaraciones anteriores. El 3 de enero Alawi telefoneó a Bush para discutir los impedimentos para las elecciones del 30. El mismo día el ministro de defensa iraquí, Hazem Shaalan, afirmó que las elecciones podrían postergarse para dar más participación a los sunitas. Al día siguiente el presidente iraquí, Ghazi al-Yawar, llamó a las Naciones Unidas a considerar si era posible o no realizar las elecciones el 30 de enero. En respuesta, Bush telefoneó a Yawar para enfatizar que las elecciones debían realizarse el 30. El 5 de enero, ante informes de que la gran mayoría del gabinete iraquí estaba a favor de posponer las elecciones, Alawi reafirmó en una conferencia de prensa su intención de realizar éstas el 30 de enero.

Alawi enfrentaba un dilema: dado que los votos por su partido provendrían principalmente de zonas sunitas, estaba en su interés postergar las elecciones, dado que una postergación daría a los sunitas la oportunidad de organizarse mejor; pero tal medida sería vista como un intento de prolongar el término de su gobierno sin un mandato oficial. Para Estados Unidos, la realización de las elecciones en el plazo establecido era crucial para no dar la impresión de un revés en Irak.

Finalmente las elecciones tuvieron lugar el 30 de enero, teniendo una alta respuesta entre shiítas y kurdos, pero no así entre los sunitas. Cincuenta y ocho por ciento de los iraquíes habilitados para votar lo hicieron, la mayoría de ellos shiítas y kurdos, con los sunitas absteniéndose en su mayoría, ya sea debido al boicot de partidos sunitas o a las pobres condiciones de seguridad, incluyendo amenazas de grupos insurgentes; en la provincia de Anbar sólo votó el 2%1. En promedio, la participación en las tres provincias kurdas fue del 85% y en nueve provincias shiítas del sur, 71%. Bagdad fue la zona con fuerte insurgencia que mostró la más alta participación, del 51%. Las elecciones fueron monitoreadas por observadores internacionales (Misión Internacional para las Elecciones Iraquíes, integrada por 11 países) trabajando en Jordania, que basaron su trabajo en el realizado por empleados iraquíes entrenados apresuradamente, dado que la decisión fue tomada en diciembre. Esto significa que los observadores internacionales no monitorearon directamente las elecciones, exceptuando algunas áreas dentro de la Zona Verde2. Las elecciones recibieron la aprobación de los observadores. En cuanto a las elecciones en el exterior (sólo para la asamblea nacional), realizadas en 14 países3, sólo 23% de los iraquíes habilitados para votar se registraron; de los registrados, el 93% fue a votar. De los 111 partidos que se presentaron, sólo 12 obtuvieron suficientes votos para obtener asientos. La Alianza Iraquí Unida (alianza shiíta) ganó el 48.2% de los votos, menos de lo que sus integrantes esperaban; la Alianza Democrática Patriótica del Kurdistán, 25.7%; la Lista Iraquí (la coalición de Alawi), 13.8%. De esta manera, la alianza shiíta obtuvo 140 asientos, sólo dos más de los necesarios para asegurar la mayoría, mientras que los kurdos obtuvieron 75, el grupo de Alawi 40 y Ghazi al-Yawar, 5 (1.8% de los votos). Los restantes 15 asientos se dividían entre otros partidos y alianzas, entre ellos 3 para Sadr y 3 para el Frente Turcomano Iraquí. Dado que la formación de un gobierno requería de una mayoría de dos tercios, y dado que a la alianza shiíta le faltaban 44 asientos para lograrla, ésta necesitaría negociar con otros grupos, posiblemente los kurdos, perspectiva frente a la que la alianza mostraba buena disposición. Los kurdos tenían la posibilidad de elegir entre formar una coalición con la alianza shiíta o unirse a otros grupos seculares (tales como el de Alawi o Chalabi) para oponerse a aquella. De manera que quedaban en posición de negociar. A cambio de su apoyo para la formación de un gobierno pedirían no sólo la presidencia, sino también concesiones a sus intereses en Kirkuk y a su autonomía en el norte. Otra cuestión importante en la que los kurdos harían valer su posición era el papel del Islam. De hecho, Estados Unidos contaba con sus aliados kurdos para evitar que la alianza shíita impusiera un régimen islámico.

Las elecciones no escaparon a las denuncias de irregularidades. En Mosul, los funcionarios afirmaban que miles de personas, incluyendo kurdos, no habían podido votar porque los materiales habían llegado demasiado tarde. Shiítas que regresaban del peregrinaje a La Meca afirmaban que se les había impedido volver a tiempo para votar, dado que un avión que transportaba peregrinos no obtuvo el permiso para aterrizar en Bagdad, debido a las medidas de seguridad durante el fin de semana. También se afirmaba que los trabajadores electorales habían permitido que personas que no estaban registradas votaran, y que un partido político no aparecía en las boletas. En Kirkuk los kurdos eran acusados de hacer participar a kurdos de otros lugares, a lo que los partidos kurdos respondían que dichas personas habían sido expulsados por la política de arabización de Saddam Hussein4. El 6 de febrero cientos de iraquíes protestaron fuera de la Zona Verde por las irregularidades que decían habían impedido votar a decenas de miles en Mosul. Por otro lado, los votos contenidos en 40 cajas y 250 bolsas fueron invalidados debido a que éstas habían sido selladas de manera inapropiada o rellenadas; en algunos casos las cajas no eran las aprobadas por la comisión electoral. Funcionarios de la comisión afirmaron que grupos armados habían robado y luego devuelto las cajas a los centros de voto.

Cabe destacar que shiítas y estadounidenses consideraban importante integrar a los sunitas en el proceso político, en parte porque creían que tal cosa debilitaría a la insurgencia, y en parte para evitar que los sunitas boicotearan la constitución, aunque era probable que tal intento de integración sólo atrajera a sunitas sin apoyo popular. Respecto a la retirada de las tropas estadounidenses, el gobierno de Alawi sostenía que esto sólo sería posible una vez que las fuerzas de seguridad iraquíes estuvieran listas.

La formación del gobierno

Incluso antes de anunciarse los resultados finales, las negociaciones ya estaban en marcha. Alawi anunció el 31 de enero que deseaba dialogar con sunitas que había boicoteado las elecciones. Alawi sostuvo contactos con sunitas que sí habían participado, incluyendo el presidente iraquí. Por su parte, la coalición de Chalabi (Consejo Político Shiíta) se reunió con líderes kurdos, con quienes Sadr también mostraba interés en conversar. A fines de febrero, luego de la elección de Jaafari como candidato a primer ministro por la AIU, Alawi expresó el 23 su deseo de formar una coalición secular, que probablemente incluiría representantes kurdos y miembros de la AIU. Tanto Alawi como los kurdos veían con preocupación los lazos de la alianza con Irán y el peso en ella de los clérigos shiítas. El establecimiento de un estado secular basado en valores democráticos occidentales era para ambos un requisito sine qua non. Otra fuente de preocupación para los kurdos era el deseo shiíta de eliminar el poder de veto sobre la constitución definitiva que la constitución provisional daba a los kurdos (y también a los sunitas)5. Los líderes kurdos también negociaban con la AIU (Jaafari sostuvo conversaciones con Barzani y Talabani) y con líderes sunitas. Talabani expresó su apoyo por la candidatura de Jaafari a primer ministro y afirmó que ambos líderes habían acordado formar un comité conjunto para lograr una alianza entre shiítas y kurdos. Jaafari manifestó su apoyo a la candidatura de Talabani para presidente. El CNI (Congreso Nacional Iraquí, liderado por Ahmed Chalabi, shiíta secular) mantuvo conversaciones con miembros de la Asociación de Eruditos Musulmanes. También tuvieron lugar contactos entre Sadr y la Asociación de Eruditos Musulmanes y entre Sadr y Chalabi. El líder del Partido Islámico Iraquí, Muhsin Abd al-Hamid, expresó su apoyo a Talabani para el puesto de presidente, la "normalización" de Kirkuk y el regreso de ésta a sus anteriores fronteras6. Por otro lado, un miembro de la AIU, Ali Faysal al-Lami, sostuvo que la alianza estaba considerando otorgar el puesto de vocero del parlamento a un sunita, puesto que podría ser ofrecido al presidente iraquí interino, Ghazi Ajil al-Yawar. Sin embargo éste, considerando que tal cargo carecía de la suficiente relevancia, rechazaba tal propuesta, afirmando que un árabe sunita debía ocupar la presidencia, con el fin de lograr el equilibrio.

El 16 de marzo la asamblea iraquí se reunió por primera vez en medio de un estancamiento de las negociaciones entre kurdos y shiítas, con lo que la asamblea no eligió, como estaba originalmente previsto, al presidente, los dos vicepresidentes y el vocero de la misma. Las conversaciones se veían obstaculizadas por la falta de acuerdo acerca de las demandas kurdas sobre Kirkuk y la autonomía kurda, incluyendo el status de la milicia kurda.

Las prolongadas negociaciones y la demora en formar un gobierno provocó gran decepción entre la población iraquí, dado que muchos habían puesto grandes esperanzas en un nuevo gobierno. Shakur Farhan, un trabajador de la construcción en Ciudad Sadr7, decía: "Todas las demoras son por los kurdos. Quieren federalismo, quieren petróleo, quieren su poder. Nosotros queremos un Irak unificado; los kurdos quieren su propio estado."8 Ahmad Waresh, un peluquero del mismo distrito de Bagdad expresaba su frustración: "Estamos hartos de la situación. Hace mucho tiempo que aún estamos esperando que algo cambie,"9 refiriéndose a la falta de agua, electricidad y reparación de calles y cloacas. Un estudiante de arquitectura de 25 años de Adhamiya, en Bagdad, de nombre Abu Bakr Salid, afirmaba: "Está teniendo lugar un derramamiento de sangre, y los políticos están ocupados con ministerios. Es como si estuvieran jugando al Monopolio."10 Por otro lado, Ala Mahdi, un estudiante kurdo de derecho en Suleimanya, afirmaba: "Preferiría que Barzani y Talabani volvieran a Kurdistán y le dijeran a todo el mundo que no queremos ser parte de Irak."11

A fines de marzo tuvieron lugar las difíciles negociaciones para nombrar al vocero del parlamento. Si bien había acuerdo acerca de que debía ser un sunita, escoger a éste no resultaba nada fácil. Ghazi al-Yawar, el presidente interino, rechazó el puesto, luego de lo cual la AIU, ante la demora sunita en presentar un candidato, postuló a Fawaz al-Jarba, un sunita miembro de la alianza. La segunda reunión de la asamblea, el 29 de marzo, finalizó sin que se nombraran siquiera los simbólicos puestos de vocero y 2 vice-voceros del parlamento, con algunos miembros poniendo de manifiesto la posibilidad de que la demora en formar el gobierno postergaría a su vez en 6 meses el plazo para la redacción de la constitución, establecido en el 15 de agosto12. La sesión derivó en gritos y acusaciones mutuas por la demora en nombrar un gobierno. El 30 los sunitas postularon para vocero del parlamento a Meshaan al-Juburi, quien fue rechazado por la AIU dado que, según ésta, no contaba con el apoyo de todos los sunitas de la asamblea.

El impasse en las negociaciones fue superado cuando shiítas y kurdos acordaron posponer el tratamiento de las demandas kurdas hasta que se redactara la constitución. Finalmente, se acordó nombrar vocero del parlamento a Hajim al-Hassani, ministro de industria en el gobierno interino; como vice-voceros fueron elegidos Hussain al-Shahrastani, un físico nuclear shiíta y Arif Taifour, kurdo. Los nombramientos fueron aprobados en una sesión de la asamblea el 3 de abril. El 6 de abril, en una reunión de la asamblea, Jalal Talabani fue nombrado presidente; Adel Abdul Mahdi, shiíta, vicepresidente, y Ghazi al-Yawar vicepresidente, formando así el consejo de la presidencia, un día después de que se llegara a un acuerdo sobre dichas posiciones. El 7 de abril Ibrahim Jaafari fue nombrado primer ministro por Talabani, tras lo que Alawi renunció a su puesto, aunque su gobierno continuaría en funciones hasta que Jaafari completara el nombramiento de su gabinete. El día anterior algunos miembros de la asamblea habían demandado que dicho gobierno cesara de inmediato.

El 10 de abril, un día después de la manifestación en Bagdad organizada por Sadr demandando la retirada de las tropas estadounidenses (punto tratado más abajo), Talabani afirmó que era necesario que dichas fuerzas permanecieran en el país, afirmando que su retirada dependería de cuándo las fuerzas iraquíes estarían en condiciones de derrotar a los terroristas y proteger las fronteras del país y que tal decisión debía ser tomada de mutuo acuerdo. Talabani también afirmó que debía haber un límite al rol del Islam, en oposición a los deseos de Jaafari, quien se había expresado a favor de un fuerte papel de éste en la constitución. Asimismo, sostuvo que no había peligro de una guerra civil y que se oponía a un estado kurdo independiente.

El nombramiento del gabinete resultó predeciblemente conflictivo, con especulaciones acerca de que los kurdos querían demorar su formación hasta el 7 de mayo, fecha límite que la constitución provisional le daba al primer ministro para nombrar a su gobierno, con el fin de hacer caer a Jaafari. Esto último, debido a que el primer ministro iraquí no era de la simpatía de los kurdos, por dos razones: en primer lugar, por el importante rol que Jaafari desearía darle al Islam, y en segundo lugar, por la desconfianza hacia su predisposición a conceder a los kurdos un verdadero federalismo (Jaafari estaba entre los 5 shiítas del Consejo Gobernante Iraquí que se habían opuesto inicialmente a firmar la constitución provisional, la que rechazaban debido principalmente a la cláusula que daba a los kurdos un poder de veto sobre la aprobación de una constitución definitiva). Estados Unidos intervino activamente presionando a kurdos y shiítas para el nombramiento de un gabinete en el plazo previsto. Las negociaciones comenzaron a progresar cuando finalmente se decidió que Alawi (con 40 asientos en la asamblea) no recibiría puestos en el gabinete. Alawi, que había visto frustrados sus intentos de permanecer como primer ministro, ahora deseaba que su partido obtuviera ministerios de importancia, incluyendo interior o defensa, petróleo o finanzas, y el puesto de vice-primer ministro, demandas consideradas excesivas por la AIU. Finalmente, el 28 de abril el gabinete, que había sido aprobado a última hora del 27 por el consejo presidencial (el presidente y los dos vicepresidentes) fue aprobado por la asamblea, de la que un tercio de los miembros estaba ausente. El gabinete fue aprobado sin estar completo, dado que no se había logrado acuerdo sobre 5 ministerios: petróleo, defensa, electricidad, industria y derechos humanos, que fueron asignados de manera temporal a otros miembros del gobierno, así como dos puestos de vice-primer ministro. De los 32 puestos, los shiítas recibieron 17, los kurdos 8, los sunitas 6 y los cristianos 1. Chalabi y Roz Nori Sajes (kurdo) fueron nombrados vice- primeros ministros, quedando asignados los otros dos puestos, aún vacantes, a un turcomano y un sunita. En el ministerio del interior fue nombrado Baqer Solagh, un shiíta del CSRII13 que, como su partido, favorecía la purga de las fuerzas iraquíes de antiguos miembros del partido Baas (el partido de Saddam Hussein). Ali Abdul Ameer Alawi, sobrino de Alawi, fue nombrado ministro de finanzas. Chalabi ocupaba el puesto de ministro de petróleo hasta que se nombrara a un ministro permanente. Hoshyar Zebari (kurdo) continuaría a la cabeza del ministerio de Relaciones Exteriores, Barham Salih (kurdo) fue nombrado ministro de planificación, Nasreen Barwari (kurda) continuaría como ministro de obras públicas, Sami al-Mudhafar encabezaría el ministerio de educación superior. Los ministerios de salud, transporte y sociedad civil fueron asignados a miembros del movimiento de Sadr.

El ministerio de defensa, asignado a un sunita, permanecía vacante (ocupado temporalmente por Jaafari) debido a que la alianza shiíta había rechazado los candidatos presentados por los sunitas (por el Consejo del Diálogo Nacional), por considerarlos antiguos miembros del partido Baas. El declarado deseo shiíta de purgar las fuerzas de seguridad iraquíes de ex-miembros del partido Baas era una cuestión que enfurecía a los sunitas. La idea de ganar el apoyo sunita para el proceso político otorgando a dicho grupo más ministerios de los que deberían haber tenido según su pobre desempeño electoral no resultó de la manera esperada, y la tensión entre sunitas y shiítas se hizo evidente en las negociaciones y en el día de la aprobación del gabinete. Abdul Aziz al-Hakim dio un discurso donde se manifestaba a favor de las purgas en las fuerzas de seguridad, diciendo que el gobierno debía "des-baasificar a los terroristas de Saddam de todas las instituciones del estado"; Meshaan al-Juburi, un miembro sunita de la asamblea, declaró: "Este no es un gobierno nacional, es un gobierno de los ganadores. Estoy aquí para decir que los miembros árabes sunitas han sido marginados, y las fuerzas políticas árabes sunitas deberían estar conscientes de eso."14 Un vocero del Partido Islámico Iraquí, Alaa Makhi, afirmó: "Este gobierno es injusto y lo rechazamos totalmente. No sugiere credibilidad en el otro lado, y no representa un acuerdo nacional."15 La ceremonia de juramento tuvo lugar el 3 de mayo sin que se hubieran designado los ministros definitivos faltantes. Ghazi al-Yawar no asistió a la ceremonia en protesta por el rechazo shiíta de los candidatos presentados por los sunitas para el ministerio de defensa. El 8 de mayo la asamblea aprobó al resto de los ministros, incluyendo a Hashim al-Shibli, nombrado ministro de derechos humanos, que rehusó el puesto diciendo que se había enterado de su nombramiento por televisión. Sadoon al-Dulaimi, ex-miembro exiliado del Directorio General de Seguridad de Saddam Hussein, fue nombrado ministro de defensa. En el ministerio de petróleo fue nombrado Ibrahim Bahr al-Uloum, ocupante del mismo puesto bajo la Autoridad Provisional de la Coalición. Vale la pena notar que Uloum, educado en Estados Unidos, había asistido a reuniones del Departamento de Estado relativas al Proyecto Futuro de Irak, que recomendaba la invitación a compañías extranjeras para el desarrollo de los campos petroleros iraquíes. Por otro lado, en una señal sugestiva de lo que el futuro parece reservar para Irak, la ceremonia de juramento tuvo que repetirse al día siguiente a pedido de los kurdos, quienes deseaban que la palabra "federalismo" fuera incluida en la nueva ceremonia, dado que había estado ausente en la realizada el domingo 8. Las negociaciones para formar gobierno condujeron a la deserción de 3 miembros sunitas (Mudar Shawkat, Sheikh Fawwaz al-Jarba, y Abd al-Rahman al-Nu'aym)i de la AIU a fines de abril, por sentir que los sunitas estaban siendo marginados del proceso político. Ningún candidato presentado por el Consejo del Diálogo Nacional fue incluido en el gabinete.

El 10 de mayo la asamblea nacional nombró un comité constitucional de 55 miembros, constituido por 28 miembros de la alianza shiíta y sólo dos árabes sunitas. Mientras tanto, Estados Unidos presionaba para ampliar la participación sunita en el gobierno, con el fin de debilitar a la insurgencia y de evitar que la constitución fuera rechazada por los sunitas al ser sometida a referéndum, según lo establecido en la constitución provisional16. Por otro lado, a mediados de mayo funcionarios estadounidenses afirmaron que a través de contactos con líderes sunitas habían recibido señales de que insurgentes estaban dispuestos a dejar de combatir si los sunitas obtenían una participación importante en el proceso político. Estados Unidos presionaba al gobierno iraquí para obtener de éste gestos conciliatorios hacia los sunitas, incluyendo la participación en el gobierno de ex-miembros del partido Baas, el establecimiento de cortes para juzgar a los detenidos en la lucha contra la insurgencia (que permanecían detenidos indefinidamente sin ningún proceso legal) y el otorgamiento de pensiones a ex-oficiales del ejército de Saddam Hussein. Se consideraba que el principal grupo sunita cuya participación en el proceso político podría debilitar a la insurgencia debido a la credibilidad que dicho grupo tenía en su comunidad era el Consejo del Diálogo Nacional, mencionado más abajo.

El 24 de mayo un shiíta de la AIU, Hummam Hammoudi, fue elegido para presidir el comité a cargo de la redacción de la constitución; Adnan al-Janabi, sunita y Fouad Massoum, kurdo, serían vice-voceros. A fines de mayo Jaafari afirmó que no se realizaría una purga de ex-miembros del partido Baas.

LOS ACTORES

Estados Unidos

El proceso político. El 30 de enero, una vez finalizada la jornada electoral, Bush declaró que "el pueblo de Irak ha hablado al mundo, y el mundo está oyendo la voz de la libertad desde el centro de Medio Oriente"17. Sin embargo, también afirmó que "terroristas e insurgentes continuarán haciendo su guerra contra la democracia, y nosotros apoyaremos al pueblo iraquí en su lucha contra ellos."18 La administración Bush se preocupó por acompañar las declaraciones optimistas acerca de las elecciones iraquíes con advertencias de que la violencia continuaría, con el fin por un lado, de evitar que la alta participación en ellas y la nueva etapa a la que daban lugar alentaran las demandas domésticas de establecer un cronograma para la retirada de las tropas estadounidenses, medida a la que Bush se opone firmemente; por otro lado Washington ha procurado evitar generar altas expectativas respecto a la derrota de la insurgencia iraquí.

Por otra parte, con el entrenamiento de las fuerzas iraquíes convertido en una prioridad, Estados Unidos presionó intensamente a la OTAN para incrementar su colaboración en esta cuestión. Al mismo tiempo Estados Unidos afirmaba que la retirada de las tropas estadounidenses de Irak dependería de la capacidad de la fuerzas de seguridad iraquíes para reemplazar a las fuerzas estadounidenses, algo que parece muy lejos de hacerse realidad. A mediados de abril, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld dijo que Estados Unidos no tenía una "estrategia de salida", sino una "estrategia de victoria".

Estados Unidos se abstuvo de mediar en las prolongadas negociaciones tras las elecciones de enero, lo cual no significa que no tuviera interés en el resultado: Estados Unidos contaba con la presencia kurda en el gobierno como contrapeso a los shiítas, tal como en el caso de la oposición kurda a hacer del Islam la principal fuente de la ley. Sin embargo, Estados Unidos presionó para el nombramiento del gabinete en el plazo previsto y luego para la ampliación del papel de los sunitas en el nuevo gobierno, con la esperanza de que la integración sunita en éste contribuyera a debilitar a la insurgencia.

La lucha contra la insurgencia: "diplomacia pública". Teniendo en vista su lucha contra la insurgencia, así como el deseo de proyectar una imagen fuerte, ganadora y optimista de su accionar en Irak, Estados Unidos ha recurrido a la fuerte publicidad de arrestos y muerte de insurgentes y de la obtención de supuestas cartas donde éstos se refieren a la campaña insurgente como una empresa en problemas. En febrero de 2004, funcionarios estadounidenses revelaron lo que decían era una carta escrita por Abu Musab al-Zarqawi19 probablemente a Osama bin Laden o al segundo de éste, Ayman al-Zawahiri. Afirmaban que la carta había sido encontrada tras el arresto de un militante de al-Qaeda a mediados de enero. El autor lamentaba la falta de apoyo a la insurgencia en el país así como la "carrera contra el tiempo" antes de que el gobierno iraquí obtuviera el control del país; también proponía la incitación de una guerra civil sunita-shiíta como solución a la difícil situación que describía. Afirmaba que las fuerzas estadounidenses con seguridad no se retirarían, si bien se concentrarían en bases para dejar la tarea de la lucha contra la insurgencia a las fuerzas iraquíes. Decía de una de las alternativas frente a la lucha contra las fuerzas iraquíes shiítas: "Podemos empacar e irnos y buscar otra tierra, tal como es la larga y recurrente historia en las arenas de la jihad, porque nuestro enemigo se está fortaleciendo y su información de inteligencia aumenta. Por Dios, esto es la sofocación."20" Otra carta, que militares estadounidenses afirmaban haber encontrado durante una redada en Bagdad a principios de mayo de 2005 y que decían había sido escrita por Abu Asim al-Qusaymi al-Yemeni, un asociado cercano de Zarqawi, estaba dirigida a éste y hacía referencia a la incompetencia de los líderes de la red y baja moral entre los seguidores de Zarqawi21.

La campaña propagandística estadounidense (eufemísticamente llamada "diplomacia pública") incluye además, la creación y financiamiento de una red de medios de comunicación iraquíes, (estación de televisión: Al Iraqiya, diario: Al-Sabah y red radial) la estación estadounidense en idioma árabe al-Hurra, dirigida a Medio Oriente como "contrapeso" a al-Jazzeera y la radio Sawa, dirigida a la misma región. Sobre al-Jazzeera y su auspiciante, Qatar, Estados Unidos ha ejercido intensa y constante presión. Dicha presión ha dado lugar a acusaciones de hipocresía, dado el discurso estadounidense en defensa de la libertad de expresión, al tiempo que actúa contra medios que no le son favorables. La estación fue expulsada de Irak por el gobierno interino iraquí en agosto de 2004.22

La lucha contra la insurgencia: la opción militar. La preferencia de Estados Unidos ha sido por acciones masivas (como lo muestran las operaciones mencionadas más abajo) y por una modalidad que, focalizándose en los objetivos militares, desestima la escala de la destrucción material, de las víctimas civiles y de la antipatía e incluso resentimiento y alienación en que tales medidas resultan. A esta opción tan agresiva como ineficiente debe añadirse el recurso a milicias, entrenadas, financiadas y armadas por el Pentágono ("Comandos Policiales Especiales", "Brigada Muthana", "Defensores de Khadamiya"). Con el apoyo de los Marines cuentan milicias shiítas que son enviadas a combatir contra insurgentes sunitas en la provincia de Anbar ("Guardia Iraquí de la Libertad" y "Combatientes por la Libertad")23.

A pesar de la insistencia estadounidense en explicar el incremento de los ataques insurgentes como indicador de la "desesperación" de éstos, en privado la administración Bush tiene plena conciencia de la gravedad de la situación, como lo muestra el informe sobre el incidente que resultó en la muerte de un agente italiano en marzo de 2005 –punto mencionado más adelante- y declaraciones de comandantes estadounidenses en Irak bajo condición de anonimato24.

Objetivos. Estados Unidos tiene dos objetivos que no parece estar dispuesto a abandonar bajo ninguna circunstancia. En primer lugar, soberanía iraquí limitada: desea un gobierno iraquí con credenciales democráticas que permita a Estados Unidos tomar las decisiones realmente importantes, o al menos supervisarlas, incluyendo la capacidad de veto sobre medidas contrarias a sus intereses. Este punto se ha puesto de manifiesto, por ejemplo, en la decisión estadounidense de presionar al gobierno iraquí para que revirtiera su decisión de prohibir las redadas en mezquitas. En segundo lugar, presencia militar indefinida, manifiesta en la construcción de bases permanentes (que funcionarios estadounidenses evitan cuidadosamente llamar "permanentes", denominándolas "campos duraderos" y luego "bases de operación de contingencia") en Irak25. El objetivo consiste en reducir significativamente la cantidad de tropas estadounidenses en el país (lo que Estados Unidos llama "retirarse"), pero conservando una presencia militar que convertiría a Irak en más que un simple aliado.

Europa

Francia y Rusia elogiaron con moderación las elecciones iraquíes, esta última a pesar de que en diciembre había afirmado que las elecciones no podían ser justas bajo la ocupación estadounidense. El Ministro de Relaciones Exteriores ruso declaró que "falta la tarea más difícil –asegurar que los resultados de las elecciones tengan un efecto estabilizador en la situación del país."26 El Reino Unido fue el que expresó la valoración más rotundamente positiva, diciendo que las elecciones representaban un "golpe a esta repugnante campaña de violencia e intimidación."27 El Ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, elogió a los iraquíes por su voluntad para votar a pesar de la intimidación, pero añadió que "es de importancia decisiva en esto integrar a todos los grupos políticos, étnicos y religiosos en Irak…ninguna parte de la población debe ser excluida de la construcción del destino común de todos los iraquíes."28 Las elecciones no fueron interpretadas por Francia y Alemania como una reivindicación de la guerra, y aún se oponían a enviar tropas a Irak. Por otro lado, pocos días después de las elecciones Rusia se mostró dispuesta por primera vez a entrenar a oficiales iraquíes del ejército y de inteligencia, siempre que el entrenamiento fuera pago, tuviera lugar en Rusia y fuera solicitado por las autoridades iraquíes. Asimismo, Francia esperaba la respuesta del gobierno iraquí a una oferta de destinar 15 millones de dólares para el entrenamiento de 1,500 oficiales de policía en Qatar, lo que se haría por fuera de la OTAN, dado que ésta no entrena a la policía. Alemania renovó su negativa a realizar algún entrenamiento bajo la OTAN, si bien entrenaba a oficiales en Emiratos Arabes Unidos y en una academia en Alemania.

El 22 de febrero los 26 países de la OTAN se comprometieron a colaborar de algún modo con el entrenamiento de las fuerzas iraquíes. Francia, abandonando su negativa a participar en misiones iraquíes bajo dicha alianza, ofreció 660 mil dólares para un fondo de la OTAN para entrenamiento de fuerzas de seguridad iraquíes y asignó a un oficial de nivel medio a las oficinas de la alianza cerca de Bruselas. Francia, Alemania, Bélgica, España, Luxemburgo y Grecia continuaban negándose a entrenar fuerzas iraquíes en Irak, prefiriendo hacerlo fuera o contribuir a financiar la misión. La primera fase de la misión se proponía enviar 159 entrenadores a Irak (para el 22 de febrero había 111). El número fue reducido del previo 3,000, (objetivo establecido en octubre de 2004) dado que se decidió realizar el entrenamiento en la Zona Verde. Durante las dos semanas anteriores, 17 miembros ofrecieron 5 millones de dólares para contribuir a financiar la misión.

Irán

El vocero del gobierno iraní, Abdollah Ramezanzadeh, afirmó que las elecciones se habían realizado de manera libre pero bajo "circunstancias difíciles". Expresó el deseo de que las elecciones contribuyeran a la seguridad en Irak y a la aceleración de la retirada de las tropas estadounidenses, añadiendo que Irán estaba listo para cooperar con el futuro gobierno iraquí. Sus declaraciones reflejaban el deseo iraní de ver en Irak un gobierno shiíta elegido democráticamente capaz de evitar la desintegración del país29 así como de contener la influencia estadounidense.30 La política iraní en Irak ha sido definida como "caos dirigido", consistente en apoyar la estabilización con el fin de evitar las consecuencias para Irán de un total fracaso iraquí, al mismo tiempo contribuyendo a un caos limitado que evite un éxito total que constituya un precedente para un "cambio de régimen" en Irán31. Irán también tiene interés en ver a los kurdos integrados en el gobierno central y ha apoyado el esfuerzo kurdo por lograr representación en él, con el fin de debilitar las tendencias separatistas.

El 17 de mayo, tras la visita de la Secretaria de Estado Condoleezza Rice el 14, el Ministro de Relaciones Exteriores iraní, Kamal Kharrazi, visitó Irak, donde permaneció por tres días. En contraste, Rice sólo estuvo en Irak 12 horas, durante las que sostuvo reuniones con líderes políticos iraquíes y funcionarios y comandantes estadounidenses. Kharrazi visitó a Sistani, quien se ha negado hasta ahora a reunirse con funcionarios estadounidenses. Por otro lado, el gobierno iraquí reconoció que Irak fue el agresor en la guerra con Irán desatada en 1980. Irán decidió abrir consulados en Basra y Karbala, mientras que Irak lo haría en Kermanshah y Khorramshahr, en la frontera entre ambos países. El comunicado conjunto también criticaba a Israel, se comprometía a mejorar la seguridad en la frontera y llamaba a la participación de todas las nacionalidades y sectas en el nuevo gobierno. La visita ponía en evidencia la importancia de las relaciones bilaterales para ambos países.

La perspectiva de la influencia iraní en un Irak shiíta ha despertado el temor de iraquíes seculares y sunitas, de Europa, Estados Unidos y países de la región, temiendo estos últimos por el efecto que tal cambio en el balance regional pudiera tener sobre sus minorías shiítas. Los iraquíes sunitas tienden a ver en los éxitos shiítas una "mano iraní" así como a considerar a los shiítas con lazos con Irán como "agentes iraníes". Las acusaciones han incluido actividades de inteligencia, interferencia en las elecciones de enero, provisión de armas y dinero a shiítas iraquíes, apoyo a insurgentes. Ninguna de estas acusaciones ha sido respaldada con evidencia, si bien es probable que agentes iraníes hayan cruzado la frontera entre los peregrinos que visitan lugares sagrados y es posible que Irán haya proveído dinero y/o armas a grupos iraquíes. Sin embargo, debe dejarse bien claro que existen en Irán centros de decisión capaces de implementar sus propias políticas exteriores, políticas que pueden incluso llegar a ser opuestas, con lo que es difícil decir si tales políticas, de existir, son implementadas o apoyadas por el régimen.

Siria

Siria se ha esforzado por colaborar con la situación en la frontera, deteniendo a sospechosos de participar en la insurgencia iraquí y entregándolos a Estados Unidos. Sin embargo, ha encontrado difícil sostener esta colaboración en vista de la continuación de las acusaciones de Estados Unidos, en el contexto de una intensa presión de este país sobre el régimen sirio.

Irak

Shiítas

El 2 de enero la Alianza Iraquí Unida dio una conferencia de prensa en la que instó a los sunitas a participar en las elecciones y afirmó que de obtener el poder no exigiría la retirada inmediata de las fuerzas estadounidenses, sino que en cambio esperaría el fortalecimiento de las fuerzas iraquíes. También afirmó que no aceptaría dinero de Irán para las elecciones. A fines de enero la alianza manifestó su decisión de no nombrar clérigos en puestos ministeriales en el nuevo gobierno y en el cargo de primer ministro en el caso de ganar las elecciones (recordar que la asamblea elegida debía nombrar un nuevo gobierno). La alianza intentaba calmar los temores de Estados Unidos y de otros iraquíes de que los shiítas podrían intentar imponer un estado islámico, con lo que en cada oportunidad que podía reiteraba su determinación de no tomar tal medida. Los candidatos para dicho cargo eran todos de tendencias seculares y la mayoría ligados a Occidente: Adil Abdul Mahdi (Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak, CSRII), con dos masters de universidades francesas y una casa en Francia, con fuertes lazos con Estados Unidos32; Ibrahim al-Jaafari (Partido Dawa) médico que vivió en Londres; Hussein Shahristani, científico nuclear educado en Canadá y casado con una canadiense; Ahmad Chalabi, con un doctorado en matemáticas y que vivió exiliado desde 1958 en Estados Unidos y el Reino Unido. Alawi (primer ministro del gobierno interino) también era un candidato al puesto, presentándose a las elecciones con su propia coalición, la Lista Iraquí.

El mayor desafío de la alianza frente a las elecciones parecía ser no ganarlas, sino mantenerse unida luego de ellas. Algunos temían que si la alianza se partía, Alawi se fortalecería como candidato para primer ministro. El 31 de enero, Alawi llamó a la unión de todos los iraquíes, presentándose a sí mismo como un líder capaz de lograr tal meta. Esto constituía un aparente desafío a la AIU, dado el temor de que Alawi lograra atraer a algunos miembros de ésta o se aliara con otros grupos, quizá los kurdos, para bloquear la mayoría de la alianza. Esto debido a que aún en el caso de que la alianza se mantuviera intacta, la formación de un gobierno requería una mayoría de dos tercios en la asamblea para elegir a un presidente y dos vicepresidentes, con lo que parecía probable que la alianza shiíta necesitara formar una coalición con otros grupos. Respecto a la formación del nuevo gobierno, Abdul-Aziz al-Hakim, líder del CSRII, afirmó que su grupo deseaba el puesto de primer ministro, y que lo sunitas tendrían un lugar en el gobierno. Por otro lado, los shiítas daban señales de desear una intensificación de la campaña contra la insurgencia sunita y la eliminación de ex-funcionarios del partido Baas de las fuerzas de seguridad, argumentando que muchos de ellos eran doble agentes. Los shiítas acusaban a Alawi de haber incorporado al gobierno a ex-miembros de dicho partido que habían estado involucrados en actos de opresión contra los iraquíes, especialmente shiítas y kurdos.

A mediados de febrero el CSRII retiró la candidatura de Mahdi al puesto de primer ministro, con lo que la competencia sería entre Jaafari y Chalabi. A cambio de la retirada de su candidato, el partido Dawa acordó que el CSRII obtendría una vicepresidencia y dos ministerios. La alianza acordó decidir entre ambos candidatos a través de un voto secreto. De no ser elegido, Chalabi podía unirse con otros grupos seculares para oponerse a la alianza. Pocos días más tarde el Dawa y el CSRII lograron persuadir a Chalabi de que retirara su candidatura, con lo que la votación no tuvo lugar y Jaafari resultó el candidato de la alianza para primer ministro. Chalabi aparentemente aceptó retirarse a cambio del puesto de viceprimer ministro.

En los primeros meses de 2005 la tendencia hacia la profundización del enfrentamiento sectario se hizo más evidente. El comandante de la Organización Badr33, Hadi al-Ameri, negaba las acusaciones sunitas contra la milicia de asesinar clérigos sunitas, afirmando que los responsables de dichos asesinatos eran ex-miembros del régimen de Saddam Hussein y extremistas islámicos sunitas.

En cuanto a la constitución, a fines de mayo Abdul Aziz al-Hakim, líder del CSRII, afirmó que su partido insistiría en que el Islam debía ser la principal fuente de legislación, a diferencia de lo establecido por la constitución provisional, en la que el Islam es sólo una fuente de legislación, mientras que ninguna ley puede aprobarse si contraviene los principios "universalmente aceptados" del Islam. Otros shiítas compartían la posición de Hakim al respecto, incluyendo el presidente del comité constitucional, Humam Hammoudi.

Gran Ayatola Ali al-Sistani

Pocos días después de las elecciones, Sistani declaró que la constitución debía respetar la "identidad cultural islámica" de los iraquíes, pero que dejaría su redacción a la asamblea. El 20 marzo Sistani expresó (a través de Abdul-aziz al-Hakim, líder del CSRII) su descontento por la demora en formar un gobierno, presionando así a los kurdos. Hakim también afirmó: "Sayed Sistani ha afirmado los principios en los que cree, que son la unidad nacional, dar derechos al pueblo iraquí y no marginar los derechos de otros."34 Ante la escalada de violencia contra blancos shiítas en los primeros meses de 2005 Sistani instaba a los shiítas a abstenerse de la violencia, dado que estaba en interés de éstos mantener la paz con los sunitas35. También favorecía la inclusión de sunitas en el proceso político, incluyendo la redacción de la constitución.

Moqtada al-Sadr

Respecto a la participación de Sadr en las elecciones, es importante destacar que sus candidatos en la AIU fueron incluidos en ésta como independientes. Sadr no se presentó como candidato y oficialmente no participó en las elecciones. Asimismo, un aliado de Sadr, Fatah al-Sheik, presentó una lista con el apoyo éste, Elites y Cuadros Independientes Nacionales, para las elecciones de la asamblea y de Bagdad. De esta manera, Sadr participó de hecho en las elecciones mientras conservaba la posibilidad de negarlo en el caso de que éstas resultaran mal –Sheik afirmaba que no estaba representando oficialmente a Sadr.

El 9 de abril, el aniversario de la caída de Bagdad, tuvo lugar una manifestación organizada por Sadr luego de que decenas de miles de personas marcharan hacia dicha ciudad desde el día anterior. La manifestación tuvo lugar en la plaza Firdos, la misma donde una efigie de Saddam Hussein fuera derribada el 9 de abril de 2003, gesto publicitado por la prensa occidental como símbolo de la caída del régimen iraquí. Los manifestantes pedían un cronograma para la retirada de las tropas estadounidenses del país y la liberación de detenidos iraquíes de las prisiones dirigidas por Estados Unidos. La Asociación de Eruditos Musulmanes (sunita), que compartía dichas demandas, afirmó que sus seguidores habían participado en la marcha. La protesta tenía lugar en un momento en que los líderes de la AIU se manifestaban a favor de la permanencia de las tropas estadounidenses.

A fines de mayo, ante la creciente violencia sectaria, Sadr llamó a solucionar pacíficamente el conflicto. Sadr expresaba su deseo de solucionar los problemas "política, social y pacíficamente," mientras que continuaba exigiendo la retirada de las tropas estadounidenses.

Sunitas

A principios de enero la Asociación de Eruditos Musulmanes36 propuso cancelar su boicot de las elecciones si Estados Unidos cumplía dos condiciones: un cronograma para la retirada de las tropas estadounidenses de Irak bajo supervisión internacional y reparaciones por daños de guerra. El 4 de enero grupos sunitas llamaron a postergar las elecciones, sosteniendo que no estaba en el interés de Irak realizar elecciones en la atmósfera prevaleciente.

A fines de enero algunos líderes sunitas, incluyendo la Asociación de Eruditos Musulmanes, manifestaron su deseo de participar en el proceso político posterior a las elecciones, aún luego de boicotearlas, participando en la elaboración de la constitución definitiva, dado todo lo que había en juego en dicho proceso. También amenazaron con rechazar la constitución (posible si la mayoría de la población en 3 provincias así lo hace en un referéndum) si eran excluidos por el nuevo gobierno y los funcionarios estadounidenses37. Asimismo, líderes sunitas, incluyendo el Partido Islámico Iraquí (que se había retirado de las elecciones a fines de diciembre) sostuvieron conversaciones con funcionarios estadounidenses e iraquíes para discutir maneras de asegurar la participación sunita en el nuevo gobierno aún en el caso de un pobre desempeño sunita en las elecciones, participación que contaba con el apoyo de líderes shiítas.

Tras las elecciones, la Asociación de Eruditos Musulmanes afirmó que consideraba a aquellas ilegítimas. Sin embargo, también señaló que respetaría la decisión de quienes habían votado y que consideraría al nuevo gobierno como de transición y con poderes limitados, si todos los grupos que participaran en el proceso político estaban de acuerdo en ello. La asociación, al igual que otros grupos sunitas, exigía un cronograma para la retirada de las tropas estadounidenses a cambio de su participación en el proceso político.

Algunos partidos sunitas se encontraban ante un dilema: deseaban participar en el proceso político, pero esto los convertía en blanco de los insurgentes. Las negociaciones para formar gobierno pusieron de manifiesto lo que muchos había ya reconocido: la necesidad de integrar a los sunitas al nuevo gobierno, a pesar de las escasas ganancias de éstos en las elecciones, con el fin de evitar alienar a dicho grupo. Se creía que su integración en el proceso político contribuiría a debilitar o incluso a vencer a la insurgencia. Algunos grupos sunitas deseaban participar en el nuevo gobierno, y un comité fue formado para negociar con kurdos y shiítas. El 9 de marzo grupos sunitas ausentes de la asamblea nacional sostuvieron una conferencia con el fin de acordar las nominaciones para los puestos de gobierno, formulando una lista de candidatos sunitas para integrarse a éste. El Partido Islámico Iraquí no participaría en el gobierno. En cuanto a las demandas sunitas, éstos pedían por lo menos la misma cantidad de ministerios que los kurdos, incluyendo el ministerio del interior o de defensa.

A fines de marzo Harith al-Dari, líder de la Asociación de Eruditos Musulmanes, afirmaba que continuaría considerando a la resistencia iraquí como legítima mientras Estados Unidos no ofreciera un cronograma para la retirada de sus fuerzas. La asociación también participaba en las negociaciones para incluir a sunitas en el nuevo gobierno. Mientras que, según algunas figuras seculares, algunos sunitas lamentaban no haber participado en las elecciones y se mostraban deseosos de integrarse al proceso político, otros no lo estaban. Funcionarios iraquíes y estadounidenses consideraban que la integración de los sunitas más militantes era necesaria para lograr un gobierno estable y reducir la violencia.

El 1° de abril un grupo de clérigos sunitas (que no incluía a Dari) emitió un edicto que alentaba a los sunitas a participar en el ejército y policía iraquíes, con la condición de que éstos acordaran no ayudar a los ocupantes contra sus compatriotas. El clérigo que anunció el edicto, Ahmed Abdul Ghafour al-Samarrai, expresó su deseo de que tal medida redujera los ataques contra ambas fuerzas, pero también afirmó que el objetivo no era salvar vidas shiítas, sino lograr algún control de dichas fuerzas. El edicto fue firmado en la mezquita en el oeste de Bagdad que alberga las oficinas de la Asociación de Eruditos Musulmanes. En respuesta, panfletos firmados por el grupo de Abu Musab al-Zarqawi que amenazaban a los sunitas que participaran en las fuerzas de seguridad iraquíes fueron distribuidos en mezquitas en Mosul. La asociación negó que apoyara el edicto.

El 9 de abril la Asociación de Eruditos Musulmanes se unió a las demandas expresadas por los seguidores de Sadr en la marcha que tuvo lugar ese día, en la que seguidores de la asociación también participaron. Por otro lado, el Partido Islámico Iraquí acusó ese día a las fuerzas estadounidenses de ser responsables del caos y destrucción en el país.

Un grupo que llegó a destacarse en el paisaje sunita es el Consejo del Diálogo Nacional, formado por 31 grupos y que se considera tiene lazos con la insurgencia así como gran credibilidad. Incluye sunitas islámicos y ex-baasistas seculares. El grupo lideró las negociaciones con el gobierno de Jaafari para la inclusión de sunitas en el gabinete formado en mayo, si bien todos sus candidatos fueron rechazados por considerar la alianza que tenían lazos con el anterior régimen. El Consejo del Diálogo Nacional fue objeto de redadas realizadas por fuerzas iraquíes y arrestos de sus miembros, incluso en un momento en que estaba dispuesto a conversar con el gobierno shiíta acerca de la integración de miembros de la insurgencia en el proceso político, algo que, según el grupo, algunos líderes insurgentes estaban dispuestos a hacer. El grupo no veía bien a los sunitas que habían sido nombrados en el nuevo gobierno.

En una señal de la creciente confrontación sectaria, clérigos sunitas, incluyendo el líder de la Asociación de Eruditos Musulmanes, Harith al-Dari, acusaban a la Organización Badr, la milicia del CSRII, de matar a clérigos sunitas. También acusaban a las milicias shiítas de trabajar con las fuerzas gubernamentales, colaboración no negada por el ministro del interior, Bayan Jabr. A fines de mayo el Partido Islámico Iraquí condenó los ataques "terroristas" en Madain (cuestión mencionada más abajo) y otras zonas shiítas, pero también condenaba lo que consideraba asesinatos realizados por fuerzas gubernamentales. El tono de la confrontación sectaria no hacía más que empeorar. Sheik Khalaf al-Aliyan, miembro del Consejo del Diálogo Nacional, afirmaba que partidos políticos shiítas tenían una lista de 4,000 sunitas qua planeaban asesinar. Líderes shiítas calificaban tal acusación de descabellada.

Poniendo de manifiesto la creciente conciencia sunita de la necesidad de organizarse, el 21 de mayo tuvo lugar la formación de una alianza de grupos sunitas, el "Bloque de los sunitas en Irak", que incluía a la Asociación de Eruditos Musulmanes y el Partido Islámico Iraquí, pero excluía al Consejo del Diálogo Nacional, grupo del que miembros de la nueva alianza decían que carecía de apoyo popular y que se había exagerado sus lazos con la insurgencia. La conferencia llamó a participar en la redacción de la constitución y no exigió la retirada de las tropas estadounidenses como condición para la participación sunita en el proceso político, demanda que había sido expresada anteriormente por grupos sunitas. También se llamó al despido del ministro del interior y una investigación independiente de la matanza y tortura de detenidos.

Kurdos38

Previamente a las elecciones del 30 de enero, Jalal Talabani, líder del UPK (Unión Patriótica del Kurdistán) y candidato kurdo para el puesto de presidente, afirmó que alentaría a los sunitas a participar en la redacción de la constitución y que deseaba facilitar la reconciliación entre shiítas y sunitas. También sostuvo que, si era elegido presidente, priorizaría las cuestiones nacionales por sobre los kurdas, buscando eliminar la insurgencia y lograr la reconciliación entre los distintos grupos iraquíes. Simultáneamente con las elecciones para la asamblea nacional tuvieron lugar elecciones para el parlamento kurdo, contemplado éste en la constitución provisional, (Ley Administrativa Transicional, o TAL por las siglas en inglés), y cuyas funciones excluyen seguridad y defensa, cuestiones fiscales incluyendo moneda así como política exterior y representación diplomática.

Finalmente la hora llegó de que kurdos y shiítas se sentaran a negociar la formación de un gobierno. A cambio de su apoyo, los kurdos lo pedían prácticamente todo: mantenimiento de sus milicias, incluyendo la necesidad de la autorización del parlamento kurdo antes de que el ejército iraquí pudiera entrar en la región kurda; el mantenimiento y expansión de su autonomía para incluir Kirkuk, garantizando en ésta una mayoría de población kurda y el control por los kurdos de su petróleo; el 25% del presupuesto nacional. Si bien el artículo 58 de la TAL (la constitución provisional) establecía que la solución permanente de los territorios disputados debería ser posterior a, entre otras cosas, la ratificación de una constitución definitiva, los kurdos demandaban la solución inmediata del problema de Kirkuk, mostrándose reacios a posponerlo hasta luego de la ratificación39. Asimismo, se oponían a un gobierno islámico. Estas demandas probaron ser un obstáculo mucho más grande para las negociaciones que el reparto de los puestos en el gabinete, y semanas después de las elecciones, aún no se había formado un gobierno. Los shiítas sostenían que el gobierno iraquí tenía el derecho de enviar tropas a cualquier lugar del país. Los kurdos también deseaban dos de los cinco ministerios más importantes (petróleo, interior, relaciones exteriores, finanzas y defensa), a lo que los shiítas respondían que los kurdos tenían una cantidad desproporcionada de puestos en el gobierno interino.

Los kurdos deseaban que Estados Unidos interviniera para destrabar las negociaciones, pero este país se rehusaba a hacer tal cosa.

LA SITUACION MILITAR

Situación general

A principios de 2005 tuvieron lugar al norte de Bagdad operaciones conducidas por Estados Unidos, con arrestos y redadas. Mientras tanto, al sur de Bagdad ni las fuerzas estadounidenses ni las iraquíes tenían control alguno sobre ninguno de los caminos que salen y entran de Bagdad, que forman un complejo sistema que permite a los insurgentes atacar y huir rápidamente. Las fuerzas multinacionales no tenían puestos de control permanentes en los caminos que convergen al oeste de Ramadi desde Jordania y Siria. Un camino al oeste de Ramadi, accesible para quienes vienen de dichos países, conduce directamente a Latifiyah, ciudad al sur de Bagdad. Los secuestros, ya fuera por insurgentes o por bandas criminales, eran comunes en los caminos que entran y salen de la capital iraquí, en los que los insurgentes establecían puestos de control. La situación al sur de Bagdad amenazaba con degenerar en una escalada de enfrentamientos entre sunitas y shiítas, como lo manifestaban incidentes como el ocurrido el 5 de abril al sudeste de Bagdad, en el que 50 shiítas bloquearon un camino y detuvieron a 40 sunitas en venganza por el secuestro de 7 shiítas realizado por sunitas el día anterior.

Los ataques a la infraestructura petrolera eran comunes: prácticamente todas las semanas tenían lugar ataques contra oleoductos y la interrupción del suministro. Los ataques insurgentes, decenas por día, tenían lugar a lo largo del país, incluyendo bombas a los costados de los caminos y coches bomba en la "pacificada" Falluja40. Funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad eran blanco de ataques y asesinatos, tal como el del comandante de la policía regional de Bagdad el 19 de marzo. Las fuerzas de seguridad iraquíes se hallaban fuertemente infiltradas por la insurgencia. Como puede verse bajo el título de "Tácticas", los insurgentes continuaban demostrando ingenio y capacidad de adaptación al enfrentarse a las fuerzas iraquíes y estadounidenses.

En mayo continuaron las operaciones, esta vez en un área fronteriza con Siria, operaciones que no parecieron afectar a la insurgencia. La gravedad de la situación quedó simbolizada por el secuestro del gobernador de la provincia de Anbar, Farhan al-Mahalawi, el 9 de mayo mientras conducía entre Qaim y Ramadi (el gobernador resultó muerto accidentalmente durante la operación en Qaim, mencionada más abajo).

Un informe sobre un incidente en el que resultó muerto un agente italiano el 4 de marzo por tropas estadounidenses41 incluye datos sobre la insurgencia y la situación militar en el país. El informe fue originalmente emitido de forma clasificada, censurando gran parte del mismo, pero fue accidentalmente "desclasificado", revelando todo su contenido42. Tal informe revela, en su parte censurada, que entre julio de 2004 y el 4 de marzo de 2005 tuvieron lugar 15,257 ataques contra las fuerzas de la coalición a lo largo del país, que Estados Unidos considera a todo Irak zona de combate y que el número de DEIs ( Dispositivos Explosivos Improvisados, IED por las siglas en inglés) y de DEITVs (Dispositivos Explosivos Improvisados Transportados por Vehículo, o VBIED por las siglas en inglés) aumentaron entre junio de 2003 y marzo de 2005, junto con una reducción en su eficacia.

Ataques de la insurgencia

A fines de diciembre y en enero continuaban los vigorosos ataques contra las fuerzas de seguridad y funcionarios iraquíes, incluyendo el asesinato del vicegobernador de la provincia de Anbar, del gobernador de Bagdad, y del vice-jefe de policía de Bagdad. Trabajadores electorales, candidatos y centros electorales (típicamente escuelas) también eran objeto de los ataques insurgentes, así como blancos shiítas. Los insurgentes también advertían, a través de panfletos, en contra de votar. Los ataques se incrementaron con variada intensidad en las semanas anteriores a las elecciones.

Como ejemplo pueden mencionarse algunos ataques a diferentes blancos. El 27 de diciembre un coche suicida explotó fuera de la oficina del CSRII, matando a 9 personas e hiriendo a 67. Abdul Aziz al-Hakim, líder del partido, resultó ileso. Su hijo, Amar al-Hakim, acusó a miembros del Baas y a militantes sunitas de ser responsables del ataque y de intentar socavar las elecciones. El 29 de diciembre 25 insurgentes murieron al atacar un puesto de combate estadounidense en Mosul con coches bombas y granadas propulsadas por cohetes. El 3 de enero un coche bomba explotó cerca de la oficina del partido de Alawi en Bagdad, cerca de la Zona Verde (4 muertos incluyendo el conductor del vehículo y 25 heridos). El 12 de enero un representante de Sistani, Sheik Mahmoud al-Madaini, fue muerto junto con su hijo y cuatro guardias tras asistir a las oraciones vespertinas en la ciudad de Madain, al sur de Bagdad. El asesinato fue condenado por la Asociación de Eruditos Musulmanes. El 21 de enero un coche bomba explotó fuera de una mezquita shiíta en Bagdad tras las oraciones de la mañana, matando a 14 personas e hiriendo a 40. Residentes de la ciudad culparon a extremistas sunitas.

El día de las elecciones las fuertes medidas de seguridad, que incluían la prohibición del tránsito vehicular –con el fin de impedir la utilización de coches bomba-, evitaron que los insurgentes lograran perturbar la votación si bien tuvieron lugar ataques suicidas realizados por hombres bomba, matando en todo el país a unas 40 personas. Otras medidas consistieron en: el incremento de las tropas estadounidenses en Irak (de 138,000 a 150,000); la prohibición de estacionar vehículos en partes de las principales ciudades; un sistema por el que las mujeres iraquíes que se presentaran a votar serían revisadas por otras mujeres, para evitar que insurgentes con chalecos bomba vestidos como mujeres se infiltraran en los lugares de votación o utilizaran a mujeres con dicho fin; el otorgamiento de distintivos especiales para las fuerzas de seguridad iraquíes el día de las elecciones, con el propósito de evitar que los insurgentes utilizaran uniformes iraquíes para realizar atentados; la realización de patrullajes y preparativos en áreas que no estarían destinadas al voto, para inducir a los insurgentes a realizar ataques en los lugares equivocados; el anuncio de los lugares de votación sólo desde el jueves por la noche; la acumulación de alimentos, combustible y municiones con el fin de evitar los convoys militares y de liberar a las tropas destinadas a protegerlos para emplearlas en la seguridad de las elecciones; la reasignación de tropas empleadas en logística y apoyo a misiones de seguridad, lo que aumentó en un tercio la fuerza de combate en Bagdad. Esto, además de la ofensiva previa a las elecciones contra blancos insurgentes, comenzada en noviembre43 y que tomó renovado vigor desde el 1° de enero. Estas medidas probaron ser muy efectivas en frustrar los planes insurgentes de montar una serie de ataques el días de las elecciones, pero muchas de ellas eran de carácter temporal, imposibles de sostener indefinidamente, con lo que no era de esperarse una reducción importante de los ataques insurgentes con posterioridad a las elecciones. Y efectivamente, luego de las elecciones los ataques, así como los secuestros, continuaron, incluyendo ataques contra las fuerzas de seguridad iraquíes, contratistas, oleoductos, funcionarios iraquíes, blancos shiítas y fuerzas estadounidenses, especialmente convoys.

Se destacan entre ellos los ocurridos el 18 y 19 de febrero, coincidiendo con la celebración de Ashura, de gran importancia para los shiítas. Hombres suicidas atacaron las mezquitas de al-Kadimain en Bagdad (el hombre fue detenido por un guardia a la entrada) y al Bayar, (los dos hombres fueron detenidos cuando se aproximaban a la mezquita). Por otro lado, un hombre suicida en un autobús escolar detonó sus explosivos al ser detenido en un puesto de control cerca de la mezquita de Kadimain. Otro hombre suicida detonó los explosivos al entrar en una procesión cerca de la mezquita al-Nida, en Dhubat, en el norte de Bagdad. Finalmente, un hombre suicida conduciendo una bicicleta atacó una tienda donde tenía lugar un funeral; esta vez el blanco era sunita. Los ataques contra blancos shiítas (funerales, bodas, mezquitas y lugares muy concurridos) fueron acompañados por ataques contra las fuerzas de seguridad iraquíes al norte y sur de Bagdad. Por lo menos 91 personas murieron y más de 100 resultaron heridas; en comparación, en la misma ocasión religiosa en 2004 murieron unas 180 personas. El inferior número de víctimas se debe a las medidas de seguridad tomadas, puestos de control y control de personas y vehículos. Por otro lado, el 28 de febrero un suicida condujo un vehículo hacia una fila de 400 voluntarios para las fuerzas de seguridad iraquíes en Hilla, en la provincia de Babil al sur de Bagdad, que esperaban frente a un centro médico. Resultaron muertas 136 personas y más de 170 heridas, en lo que fue el ataque individual más mortífero desde la caída de Saddam Hussein. El 10 de marzo un hombre bomba detonó explosivos dentro de una mezquita shiíta en Mosul, la mezquita al-Sadaan en el distrito de al-Tamin, matando a 50 personas e hiriendo a unas 80. Las personas en su interior se hallaban reunidas con motivo del funeral de un hombre que había muerto dos días antes.

En los primeros meses de 2005 los ataques contra blancos shiítas cobraron vigor, incluyendo mezquitas, clérigos, peregrinos y funerales. Por otra parte, a principios de marzo fueron encontrados cerca de Qaim, cercana a la frontera siria, 26 cuerpos baleados y con ropas civiles, incluyendo una mujer. Otros 15 cuerpos, decapitados, fueron encontrados en Latifiya, al sur de Bagdad (10 hombres, 3 mujeres y 2 niños). Se sospechaba que las víctimas habían sido muertas por ser consideradas "colaboradoras" por los insurgentes.

A mediados de abril se produjo uno de los episodios más llamativos de la guerra iraquí. El asunto comenzó el 16 y 17 de abril al emitir líderes shiítas informes de que insurgentes sunitas mantenían secuestrados a unos 150 residentes shiítas en Madain, al sur de Bagdad, exigiendo a cambio de su liberación que todos los shiítas abandonaran la ciudad. Una operación de las fuerzas de seguridad iraquíes en dicha ciudad que involucró a unos 1,000 soldados no halló evidencia de tal secuestro. Líderes shiítas mostraron fotografías de cadáveres que afirmaban eran rehenes, aunque algunos parecían haber sido muertos semanas antes. Alawi afirmaba que el objetivo del secuestro era provocar una guerra civil entre sunitas y shiítas. Al-Qaeda en Irak, el grupo de Zarqawi, afirmaba que el incidente había sido fabricado para justificar operaciones militares en Madain. Sistani llamó al gobierno iraquí a resolver el problema de manera pacífica. Talabani afirmó que se habían encontrado en el río Tigris 50 cadáveres, algunas de las víctimas del secuestro, pero no dio evidencia de tal descubrimiento, aunque afirmaba que el gobierno tenía fotos y nombres de las víctimas. Alawi luego afirmó que los informes del secuestro parecían ser falsos. Líderes shiítas expresaban enojo por el descrédito del que sus informes eran objeto, mientras que algunos líderes sunitas reaccionaban enojados ante las acusaciones. Las fotografías mostradas al día siguiente de las afirmaciones de Talabani eran de cadáveres que habían sido arrojados al río varias semanas antes.

El nuevo gobierno iraquí fue recibido a fines de abril con una ola de atentados, especialmente coches bomba, dirigidos principalmente contra las fuerzas de seguridad iraquíes. Por otro lado, los kurdos eran cada vez más blanco de ataques, especialmente en Mosul y Kirkuk. Se destaca en Arbil el ocurrido el 4 de mayo, cuando un hombre suicida que fingía estar buscando empleo atacó un centro de reclutamiento de policías, dejando unos 60 muertos y 150 heridos. También era cada vez más común que civiles resultaran víctimas de ataques dirigidos a las fuerzas de seguridad. Los civiles y clérigos shiítas eran blanco de los insurgentes; clérigos sunitas también eran objeto de la violencia. En mayo los ataques aumentaron a un promedio de 70 por día, de 30 o 40 por día en abril, según comandantes militares estadounidenses. El descubrimiento de cadáveres, algunos pareciendo ser civiles y otros soldados iraquíes, continuó. Algunos tenían sus gargantas cortadas, y otros tiros en la cabeza. Tales descubrimientos despertaban el temor de que asesinatos y venganza estuvieran teniendo lugar entre sunitas y shiítas, si bien también existe la sospecha de que milicias creadas y financiadas por Estados Unidos están involucradas en los asesinatos44.

Tácticas

En diciembre y enero se produjo una escalada de ataques contra funcionarios y fuerzas de seguridad iraquíes, las mismas fuerzas que se esperaba garantizaran la seguridad durante las elecciones. También continuaban los ataques contra fuerzas estadounidenses. El uso por Estados Unidos de vehículos fuertemente blindados no disuadió a los insurgentes, quienes comenzaron a armar DEIs mucho más grandes, consistentes en varias cargas explosivas unidas. Este recurso logró a principios de enero matar en Bagdad a tropas estadounidenses que se hallaban dentro de vehículos de combate Bradley, entre los más fuertes y blindados de las fuerzas estadounidenses. Por otro lado, cabe destacar que desde junio de 2004 también se hicieron comunes los D.E.I.T.V., dispositivos explosivos improvisados transportados por vehículo (V.B.I.E.D. por las siglas en inglés), coches o camiones bomba. Los DEIs y los DEITVs se convirtieron en las armas insurgentes más temidas por las fuerzas estadounidenses.

El sabotaje contra infraestructura ha manifestado un notable nivel de organización y sofisticación, teniendo como objetivo privar a Bagdad de provisiones de gasolina, petróleo crudo, agua y electricidad. Los ataques han mostrado un profundo conocimiento de los cables de electricidad, oleoductos y reservorios que alimentan a la ciudad. En 2005 los ataques se han concentrado en gasoductos y oleoductos que alimentan refinerías y plantas eléctricas y que abastecen de combustible para el transporte.

Por otro lado, los insurgentes continuaban divisando nuevas maneras de atacar a sus blancos. El 7 de marzo de 2005 en Latifiyah, al sur de Bagdad, insurgentes en una procesión funeraria falsa detonaron un ataúd en un puesto de control, matando a 5 soldados iraquíes. En otra innovación, a principios de marzo miembros de la Guardia Nacional iraquí respondieron a un llamado para quitar un cuerpo de la calle en Latifiyah, pero el cuerpo estalló al intentar los guardias removerlo. Un oficial y dos soldados resultaron muertos, y cinco guardias fueron heridos.

Un cambio notable que pareció hacerse evidente desde marzo era la formación de grandes grupos de insurgentes, manifiesto por ejemplo, en la redada hecha por fuerzas estadounidenses e iraquíes en dicho mes a un campo de entrenamiento de 80 insurgentes; en un ataque coordinado contra la prisión de Abu Ghraib llevado a cabo por entre 40 y 60 hombres el 2 de abril; en la batalla entre tropas iraquíes y estadounidenses con docenas de combatientes en una operación de búsqueda de armas en la provincia de Diyala el 4 de abril. En este último mes también se puso de manifiesto una nueva táctica: la detonación de una segunda bomba luego de la explosión de la primera, teniendo como blanco a los civiles y fuerzas de seguridad que se acercan a atender a los heridos.

Operaciones militares

A principios de enero Estados Unidos intensificó sus operaciones en Mosul, desplegando tropas estadounidenses adicionales. Además, intensificó las redadas y arrestos con vistas a las elecciones, al tiempo que la insurgencia también escalaba sus ataques. Tras las elecciones de enero, Estados Unidos decidió trasladar tropas de las operaciones de combate al entrenamiento y asesoramiento de las fuerzas iraquíes, a pesar del riesgo que implicaba tal medida, ya que el traslado de la responsabilidad por el combate contra la insurgencia a las fuerzas iraquíes era la prioridad de Estados Unidos, que no deseaba continuar combatiendo a la resistencia con sus propias fuerzas.

A fines de febrero las fuerzas estadounidenses comenzaron una nueva operación, en Ramadi, uno de los sitios a donde muchos insurgentes de Falluja se habían trasladado antes de la operación de noviembre (los otros lugares son Mosul y áreas sunitas al sur de Bagdad). La operación incluía otras ciudades a lo largo del río Eufrates, tales como Hit y Haditha. Ramadi, más grande que Falluja y con una población de 400 mil habitantes, es estratégica, dado que en la franja del Eufrates incluida en la operación se hallan vías de comunicación entre el centro del país y Siria, acusada de dar refugio a líderes de la insurgencia y a insurgentes que se trasladan entre ambos países (recordar lo dicho más arriba sobre los caminos que conducen a Ramadi desde Siria). Por otro lado, fuerzas iraquíes capturaron a varios insurgentes ligados a Zarqawi, y realizaron operaciones en Hilla tras el atentado del 28 de febrero, realizando redadas y arrestos.

A fines de abril y mayo Estados Unidos realizó una operación en una región sobre la frontera siria, que incluía Qaim, considerada un santuario de los insurgentes. El objetivo era eliminar de allí a insurgentes que se habían instalado en el área tras huir de Falluja con motivo de la operación de noviembre de 2004, aunque se especulaba que un objetivo de la misión podría ser la captura de Zarqawi. Se afirmaba que tenía lugar en esta área traslado de dinero, armas, hombres y provisiones a través de la frontera siria. Los combates entre insurgentes y tropas estadounidenses tuvieron lugar en Obeidi, Rommanah, Karabilah y Qaim. Gran parte de la población del área de operaciones tuvo que abandonar sus hogares. Estados Unidos dijo que la operación había resultado en 125 insurgentes muertos, 9 tropas estadounidenses muertas y 40 heridas.

A fines de mayo tuvo lugar una operación en Haditha, al oeste de Bagdad, en la que participaron tropas estadounidenses e iraquíes. Por otro lado, fuerzas iraquíes condujeron una operación en Abu Ghraib, un suburbio de Bagdad de fuerte presencia insurgente, con el apoyo de 1,500 tropas estadounidenses a los 2,000 hombres iraquíes. Las tropas iraquíes, que arrestaron a unas 480 personas, eran shiítas y kurdas. La operación despertó el enojo de algunos residentes, que afirmaban que sólo los sunitas eran blanco de la misma.

El 26 de mayo los ministros de defensa e interior anunciaron que 40,000 tropas iraquíes realizarían una operación de búsqueda y arresto en Bagdad, para luego extenderla al resto del país. Sin embargo, es de notar que, según fuentes estadounidenses la provincia de Bagdad sólo contaba con 30,000 hombres.

Las operaciones estadounidenses, apoyadas en un poderío militar sin igual en el mundo, no han logrado sin embargo adaptarse con éxito a la naturaleza de la insurgencia que enfrentan, una insurgencia descentralizada que recurre a tácticas de "golpear y huir" y que se mezcla entre la población local. La captura o muerte de 45 de los 55 más buscados del mazo de cartas45, así como de líderes de la insurgencia y de individuos ligados a Saddam Hussein no ha disminuido la fuerza y letalidad de la insurgencia. Es de notar que la capacidad de los insurgentes para "desparecer" entre la población haría necesario, para su derrota, no sólo la disponibilidad de inteligencia adecuada entre dicha población –que presupone la colaboración de ésta- sino también el despliegue de tropas a través de los bastiones insurgentes con el fin de atacar a éstos cuando se disponen a realizar un ataque. Tales medidas requerirían el despliegue de cientos de miles de tropas a lo largo del país, requisito por demás fuera del alcance de Estados Unidos. A pesar de la determinación mostrada por este país contra la insurgencia, la situación está lejos de hallarse bajo control y no tiene ninguna perspectiva de mejorar significativamente.

Medidas tomadas por los gobiernos iraquíes

El estado de emergencia declarado en ocasión de la operación en Falluja en noviembre de 2004 fue extendido sucesivamente y se encuentra aún vigente. El estado de emergencia incluía un toque de queda nocturno y amplios poderes para el primer ministro para realizar arrestos sin orden, cerrar fronteras y ordenar operaciones policiales y militares. Ante la difícil situación política y militar, Alawi procuraba persuadir a los iraquíes de que las fuerzas de seguridad estaban progresando contra la insurgencia, dando amplia publicidad a la captura de combatientes y líderes insurgentes. Al mismo tiempo, mantenía oficialmente su determinación de cumplir con la fecha de las elecciones, aún admitiendo el 11 de enero que algunas áreas de Irak no eran suficientemente seguras para votar. El mismo día Alawi anunció que el ejército iraquí sería expandido de 100,000 a 150,000 hombres, aunque no se llegaría a esa cifra para las elecciones.

Un recurso utilizado por el gobierno iraquí con el fin de ganar apoyo público y de mostrar progreso en la lucha contra la insurgencia es la estación de televisión al-Iraqiya, financiada por Estados Unidos y creada por éste para contrarrestar las transmisiones de medios árabes como al-Jazeera, que resultan en una mala imagen de dicho país entre los árabes. A través de la mencionada estación, el gobierno iraquí transmite "confesiones" de insurgentes capturados que afirman trabajar para Irán o Siria o que declaran que dichos países financiaban sus actividades, interrogados por un individuo cuyo rostro no aparece en cámara. Lo declarado en dichas confesiones es difícil de verificar, y se sospecha que los individuos presentados son en algunos casos víctimas de maltrato, e incluso que dicen lo que se les ordena decir. 46

A principios de mayo se decía que algunos líderes insurgentes sostenían conversaciones con el gobierno iraquí, el que contemplaba la posibilidad de una amnistía con el fin de dividir a la insurgencia. El 16 de mayo, en medio de una escalada de tensión entre sunitas y shiítas, el gobierno de Jaafari anunció que había ordenado al ejército iraquí cesar las redadas en mezquitas y los arrestos de clérigos, medida que no fue bien recibida por Estados Unidos, que esperaba lograr que el gobierno iraquí revirtiera su decisión. La medida incluía iglesias y universidades. La decisión fue cancelada el 18, bajo presión estadounidense.

Las fuerzas de seguridad iraquíes

Para el 6 de enero, las fuerzas iraquíes eran 127,000, lejos de las 270,000 estimadas necesarias para garantizar la seguridad durante las elecciones. Respecto a la seguridad durante éstas, oficiales estadounidenses expresaron satisfacción con el desempeño de las fuerzas iraquíes. Estados Unidos esperaba que el entrenamiento de dichas fuerzas hiciera posible el comienzo de la retirada o al menos del traslado de tropas estadounidenses a bases fuera de las principales ciudades y pueblos a fines de 2005 o principios de 2006.

El 3 de febrero dos funcionarios del Pentágono, el Gral. Richard Myers y el Jefe del Estado Mayor Conjunto, el Sub-Secretario de Defensa Paul D. Wolfowitz admitieron ante un panel del senado estadounidense, que de los 136,000 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes, sólo 40,000 tropas estaban listas para enfrentar casi cualquier amenaza, mientras que las demás eran capaces de realizar otro tipo de misiones; también afirmaron que las unidades del ejército iraquí tenían un 40% de inasistencia. Al día siguiente, el Tte. Gral. David Petraeus, a cargo del entrenamiento de las fuerzas iraquíes, afirmó que la intimidación de la que eran objeto dichas fuerzas era un obstáculo para construir una fuerza confiable, aunque también sostuvo que se estaba progresando en la meta de lograr que las fuerzas iraquíes lideraran el combate contra la insurgencia.

Componentes de la insurgencia

La insurgencia iraquí se halla concentrada principalmente en las provincias de Anbar, Babil, Salahuddin, Diyala, Nineve, Bagdad y Tamin. El director del servicio de inteligencia iraquí, Gral. Mohamed Abdullah Shahwani, calculaba en enero de 2005 que la insurgencia contaba con 200,000 combatientes, cifra muy superior a los 20,000 calculados por funcionarios estadounidenses en octubre de 2004 y a los 5,000 que el Gral. John Abizaid, jefe del Comando Central de Estados Unidos, estimaba en noviembre de 2003.

Elementos leales al anterior régimen

Se trata de ex-miembros del partido Baas y de las fuerzas de seguridad e inteligencia del régimen de Saddam Hussein. Se sospecha que juegan un papel clave en la organización y financiación de la insurgencia, que tienen acceso a dinero del anterior régimen y que comenzaron a organizarse desde antes de la invasión de marzo de 2003. Esta categoría puede incluir también ex-soldados del anterior régimen, que sin empleo una vez disuelto el ejército iraquí, se lanzaron a la resistencia contra la ocupación. También se cree que elementos ligados al partido Baas financian y organizan la insurgencia desde Siria.

Nacionalistas

Individuos ordinarios y ex-miembros de las fuerzas armadas del régimen de Saddam Hussein. Es probable que constituyan la mayoría de los miembros de la insurgencia en sus niveles más bajos. Resisten la ocupación por rechazo a la presencia extranjera, en venganza por la muerte de algún ser querido o por el fracaso de la ocupación en reconstruir el país y brindar servicios esenciales.

Islamistas

Grupos islamistas duros que se oponen a la presencia extranjera y aparentemente se proponen desatar una guerra civil entre sunitas y shiítas. En este grupo, que constituye una pequeña proporción de la insurgencia, se destacan los extranjeros. Estos incluyen combatientes provenientes de otros países árabes o musulmanes que se dirigen a Irak con el propósito de resistir la ocupación estadounidense. Si bien existen grupos ligados a al-Qaeda, la mayoría probablemente está constituida por individuos que actúan de manera autónoma. Aparentemente Irak se ha convertido en un "imán" para militantes islámicos que desean llevar a cabo una "guerra santa" contra la hegemonía estadounidense; tales militantes provienen de diferentes partes del mundo (incluyendo Europa). A los extranjeros se les adjudican los ataques suicidas, si bien parece que en dichos ataques también participan iraquíes. Muchos de dichos ataques son espectaculares y en extremo sangrientos, captando fácilmente la atención de los medios.

En esta categoría se encuentra el jordano Abu Musab al-Zarqawi, el individuo más buscado por Estados Unidos en Irak y líder de un grupo aliado de al-Qaeda, Tanzim Qa’idat al-Jihad fi Bilad al-Rafidayn ("La Organización de Jihad de al-Qaeda en la tierra de los dos ríos"), anteriormente conocido como Tawhid wa’al-Jihad (Grupo de la Unidad y de la Jihad). En diciembre de 2004 Zarqawi fue reconocido por Osama bin Laden como su emisario oficial en Irak. Zarqawi ha reivindicado numerosos ataques.

La coalición

La coalición tiende a hacerse cada vez más pequeña, y da la apariencia de estar en vías de extinción. Numerosos países han retirado sus tropas, y otros varios planean hacerlo, sin que haya ofertas significativas de envíos adicionales. Desde febrero de 2004 se han retirado España, Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Tailandia, Filipinas, Hungría, Tonga, Nueva Zelandia, Portugal, Países Bajos y Moldova. Por otro lado, Polonia, Ucrania, Bulgaria, e Italia planean retirarse durante el presente año.

CONCLUSION

Estados Unidos ha buscado dar una imagen optimista de la situación en Irak, enfatizando lo que considera logros políticos, tales como las elecciones y la futura redacción de una nueva constitución. Con tal fin ha recurrido a una campaña propagandística a través de medios de comunicación que ha creado y financiado para combatir la mala imagen que la guerra le ha ganado y de contrarrestar las transmisiones de al-Jazzeera. También ha procurado proyectar una imagen positiva en el aspecto militar, enfatizando la muerte y captura de insurgentes. El programa "Terror en las manos de la justicia", transmitido por el canal iraquí financiado por Estados Unidos (al-Iraqiya) se ha convertido en un elemento conspicuo de la mencionada campaña. Sin embargo, parece claro que a pesar del optimismo que desea proyectar, la administración Bush tiene conciencia de la seria situación. Asimismo, Estados Unidos también ha intentado evitar la impresión de intervención estadounidense en el proceso político iraquí y en las decisiones tomadas por el gobierno iraquí, recordando que Irak es un país "soberano". Sin embargo, ha mostrado disposición para intervenir en el caso de decisiones contrarias a sus intereses, tal como sucedió con la decisión, que el gobierno iraquí se vio obligado a revertir, de prohibir las redadas en mezquitas. Está clara la intención de la administración Bush de permanecer en Irak, asegurando para Estados Unidos las ventajas políticas y económicas de un Irak aliado, si bien intentando dejar la carga de la lucha contra la insurgencia a las fuerzas iraquíes. La permanencia que Estados Unidos tiene en mente no se reduce a los próximos años, sino que es de carácter indefinido, en consonancia con la histórica política estadounidense de permanecer en los países en los que sus tropas han ingresado. Sin embargo, existe el riesgo de que la situación en Irak degenere a tal extremo que la presencia militar estadounidense se haga finalmente insostenible.

En cuanto a Irán, este país no puede dejar de tener gran interés en el destino de su vecino, en un contexto de "cercamiento" por bases estadounidenses en Pakistán, Irak, Afganistán y Uzbekistán; la idea de que Estados Unidos podría intentar un "cambio de régimen" en Irán –no hay duda de que lo desea- añade otro elemento a la ecuación, que puede implicar a Irak como terreno donde los dos países se enfrenten. En la competencia entre ambos por influencia en Irak, Irán posee la ventaja de la larga historia de lazos con líderes y grupos shiítas; Estados Unidos, por su parte, se beneficia de la necesidad de su presencia militar y de su poder político. En el caso de una escalada del enfrentamiento entre los dos, o de algún tipo de ataque militar estadounidense o israelí a Irán, las tropas de Estados Unidos en Irak podrían convertirse en un blanco. La persistente hostilidad estadounidense hacia el régimen iraní implica que no está en interés de Irán la estabilización de la situación iraquí ni el éxito de la intervención estadounidense en Irak, que podría servir de precedente para un "cambio de régimen" en Irán. Sin embargo, la total desestabilización tampoco resulta una perspectiva atractiva para éste, dado el riesgo de que un intento de secesión por parte de los kurdos iraquíes resulte un ejemplo para los kurdos iraníes. Irán está interesado, por consiguiente, en la preservación de la integridad territorial iraquí así como en mantener buenas relaciones con los kurdos iraquíes. Por otra parte, el destino político de Irak y de sus relaciones con Irán son objeto de gran preocupación en la región, dominada por gobiernos sunitas en países con importantes minorías shiítas.

Parece evidente que la alianza shiíta desea conservar buenas relaciones con Estados Unidos, o al menos no chocar con éste, como pudo verse en los candidatos a primer ministro dentro de la alianza, quienes tenían lazos con Occidente. De hecho, el candidato del CSRII, Adil Abdul Mahdi, favorecía la privatización de la industria petrolera iraquí, medida también vista con buenos ojos por el actual ministro de petróleo, Ibrahim Bahr al-Uloum. El deseo de los shiítas de conservar buenas relaciones con Estados Unidos se debe a que está en el interés shiíta lograr la mayor estabilización de la situación iraquí posible, dada la perspectiva de un Irak gobernado por dicho grupo. Por el mismo motivo, los shiítas no desean enfrentarse directamente ni con los kurdos ni con los sunitas. Si bien los shiítas reconocen la necesidad de integrar a los sunitas en el proceso político, su determinación de purgar de cargos gubernamentales y de las fuerzas de seguridad a individuos ligados al partido Baas resulta en extremo irritante para los sunitas. Por su parte, éstos desconfían de los shiítas, en quienes tienden a ver a "agentes iraníes".

Los sunitas han tomado conciencia de su debilidad y necesidad de organizarse, como se ha visto en la formación de grupos que pretenden representar a los sunitas. Sin embargo, no hay unidad en el campo sunita; la rivalidad entre los grupos fue un factor negativo en las negociaciones para formar un gobierno, tal como se manifestó en la demora en proponer un candidato para el cargo de vocero del parlamento.

En los últimos meses ha tenido lugar una intensificación del enfrentamiento sectario, con sunitas acusando a shiítas de colaborar con las fuerzas iraquíes (principalmente shiítas y kurdas) y de matar a clérigos sunitas. Si bien la tensión entre ambos grupos parece cada vez más seria y profunda, es necesario señalar dos puntos. En primer lugar, los líderes shiítas se han esforzado por llamar a la calma y evitar la venganza, dado que una escalada no está en su interés, por las razones ya mencionadas. En segundo lugar, la Asociación de Eruditos Musulmanes, mientras acusa a la Organización Badr de colaborar con las fuerzas iraquíes, mantiene buenas relaciones con Moqtada al-Sadr.

La tendencia a la profundización del sectarismo se puso de manifiesto en las elecciones, en la que los votos siguieron líneas sectarias, así como en el proceso político, que ha consolidado la identidad sectaria. Este ha sido el resultado de procurar que ningún grupo se imponga a los otros, repartiendo en cambio el poder en un intento de representar a los distintos grupos iraquíes. Un punto a tener en cuenta respecto al proceso político y el sectarismo es el intento estadounidense de utilizar a los kurdos para debilitar el poder shiíta; esto, debido a que Estados Unidos desea evitar un gobierno shiíta en buenas relaciones con Irán. Tal intento tuvo lugar a través de la determinación, en la constitución provisional, de la necesidad de una mayoría de dos tercios en la asamblea nacional para la aprobación de un gobierno.

La situación militar no hace más que empeorar y Estados Unidos ha contribuido a esta degradación a través de decisiones por demás erradas, tales como construir unas fuerzas iraquíes principalmente shiítas y kurdas, que realizan operaciones en zonas sunitas; crear y sostener milicias que no lograrán mejorar significativamente la situación y en cambio aumentan el número de grupos armados en el país; optar por operaciones de notoria violencia y desconsideración por el bienestar de los civiles que de todas maneras no sirven para derrotar a la insurgencia. Esto último porque los insurgentes, ante una fuerza superior, se dispersan para sobrevivir y luchar otro día. De manera que "pacificar" una ciudad implica, de hecho, forzar a los insurgentes a trasladarse a otras ciudades, sin que esto represente un grave golpe a la insurgencia o un cambio radical en la situación militar.

Mientras tanto, los insurgentes han dado buena muestra de su ingenio, habilidad y capacidad de adaptación, evidentes en las variadas y mejoradas tácticas que utilizan en sus ataques. La variedad de blancos es grande: desde fuerzas estadounidenses hasta civiles shiítas; también grande es la extensión geográfica de los ataques insurgentes. Estados Unidos es por completo incapaz de controlar la situación, ni siquiera en la misma capital del país. Tal incapacidad ha conducido a conversaciones con líderes insurgentes, que no pueden estar haciendo otra cosa más que buscar negociar un arreglo. De todas maneras, aún si se llegara a algún acuerdo con grupos insurgentes, la variada composición de la insurgencia prácticamente garantiza que haya grupos opuestos a tal acuerdo. En cuanto a las fuerzas de seguridad iraquíes, está claro que no están en condiciones de hacerse cargo de la lucha contra la insurgencia, tal como Estados Unidos lo desea, y no lo estarán por años.

En cuanto a las perspectivas futuras, la situación militar empeorará aún más, sin que ni las fuerzas estadounidenses ni las iraquíes puedan hacer mucho al respecto. Esto se debe a que existe el riesgo de que la violencia aumente al hacerse evidente la incapacidad de los grupos iraquíes de llegar a un acuerdo sobre el nuevo Irak, dado que tal acuerdo requeriría que dichos grupos cedieran en cuestiones en las que no tienen ninguna intención de ceder. El riesgo de una guerra civil aumentará al avanzar el cronograma político. Tal como se anticipó en el trabajo anterior, las elecciones, un paso clave en dicho cronograma, dieron a los grupos iraquíes un nuevo motivo de disputa, al poner de manifiesto el choque entre sus intereses. Tal tendencia continuará, especialmente al tener que definirse cuestiones fundamentales en la redacción de una constitución definitiva, cuestiones que hasta ahora habían sido pospuestas. Tales cuestiones son, principalmente: federalismo, Kirkurk y sus recursos petroleros, las fronteras de la región kurda, puntos relativos a las demandas kurdas, control del petróleo del sur, reparto de los ingresos petroleros del país. Dichos temas podrían evitarse sólo mediante la redacción de una constitución que tratara las cuestiones conflictivas con frases vagas y de amplia interpretación, de manera que cada grupo podría interpretarlas a su manera, dejando sin resolver dichas cuestiones. Tal escenario no implicaría en absoluto la resolución del problema iraquí, sino simplemente la postergación de dicha solución. Mientras tales cuestiones permanezcan sin resolverse, Irak se caracterizará por el conflicto permanente, ya sea latente o manifiesto.

La tendencia es no sólo hacia una guerra civil, sino hacia la fragmentación. No sólo los kurdos desean convertir su autonomía en una independencia de facto, sino que varias provincias shiítas en el sur desean formar una región con una autonomía que incluya control del petróleo del sur. Si tal cosa sucediera, los sunitas terminarían con provincias pobres en recursos naturales, con lo que no es de sorprender que los sunitas se opongan a tal tipo de federalismo. No hay forma de que se llegue a un acuerdo que deje satisfechos a los tres grupos. En cuanto a una solución de compromiso, existe la sensación de que en esta hora clave cada grupo debe esforzarse al máximo por defender sus intereses, incluso imponerlos de ser posible, dado que es ahora cuando se está intentando definir la forma del futuro Irak. Está claro que nadie quiere perder en este nuevo Irak, con lo que nadie está dispuesto a ceder mucho en una negociación. En este panorama, una guerra civil parece inevitable; el "mal menor" sería el conflicto político permanente. Una guerra civil implicaría, por supuesto, la intervención de los países vecinos, especialmente para evitar el establecimiento de un estado kurdo independiente, así como para apoyar al partido de su conveniencia.

Una guerra civil podría presentar diversas formas dependiendo del papel jugado por Estados Unidos: apoyo a kurdos contra árabes, teniendo en vista la instalación de un gobierno sólidamente aliado de Estados Unidos, si bien oponiéndose a un intento secesionista; apoyo a los sunitas con el fin de evitar un gobierno islámico shiíta; apoyo a elementos sunitas y shiítas moderados contra radicales, proponiéndose establecer un gobierno moderado lo más inclusivo posible amistoso hacia Estados Unidos; apoyo abierto a ningún grupo, promoviendo en cambio los intereses estadounidenses apoyando a quienes estuvieran dispuestos a favorecer dichos intereses.

Puede concluirse que, a menos que una nueva dictadura llegue a gobernar el país o que éste se fragmente en dos o tres estados, el problema iraquí persistirá por años.

FUENTES

Informes y Documentos

-Abu Musab al-Zarqawi: Full text of letter intercepted by US intelligence. Royal United Services Institute http://www.iraqcrisis.co.uk/resources.php?idtag=R4035FFA78815C

- Country Information & Policy Unit, Immigration & Nationality Directorate Home Office, United Kingdom, "Iraq Country Report," April 2005.

-Global Security, "Iraqi insurgency groups," http://www.globalsecurity.org/military/ops/iraq_insurgency.htm

-Global Security, "Non-U.S. forces in Iraq," March 15, 2005. http://www.globalsecurity.org/military/ops/iraq_orbat_coalition.htm

-Informe estadounidense sobre el incidente donde resultó muerto el agente italiano Nicola Calipari y herida la periodista italiana Giuliana Sgrena, el 4 de marzo de 2005.

- International Crisis Group, "Iran in Iraq: how much influence?," Middle East Report N° 38 – 21 March 2005. www.crisisgroup.org

-Law of administration for the state of Iraq for the transitional period.

-Max Fuller, "Death squad style massacres. For Iraq, ‘The Salvador Option’ Becomes Reality," Global Research, 2 June 2005. http://globalresearch.ca/articles/FUL506A.html

-Translation of a letter from Abu Asim al Qusaymi al Yemeni to "the Sheik."

Multi-National Force- Irak. www.mnf-iraq.com/Releases/May/translation.doc


Artículos periodísticos


-Bernhard Zand, "A Victory for Terror," The New York Times, January 10, 2005, aparecido en Der Spiegel. http://www.nytimes.com/2005/01/10/international/europe/10spiegel.html

-Brian Knowlton, "New Iraqi President Says U.S. Troops Are Needed," The New York Times, April 11, 2005, aparecido en International Herald Tribune. http://www.nytimes.com/2005/04/11/international/middleeast/10cnd-talabani.html

-Charles Recknagel and Kathleen Ridolfo, "From Fallujah to Qaim," Asia Times OnLine, May 13, 2005, aparecido en Radio Free Europe/Radio Liberty. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GE13Ak03.html

-Christine Hauser, "Aide to Top Iraqi Cleric Is Killed in Attack," The New York Times, January 13, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/13/international/middleeast/12cnd-iraq.html

-Christine Hauser, "14 Iraqis Killed, 40 Wounded in Blast at Baghdad Mosque," The New York Times, January 21, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/21/international/middleeast/21cnd-iraq.html

-David E. Sanger, "Bush Hails Iraqi Vote, but Warns of More Fighting Ahead," The New York Times, January 31, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/31/politics/31prexy.html?pagewanted=all

-Dexter Filkins, "Allawi Says Parts of Iraq Are Not Secure Enough to Vote," The New York Times, January 11, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/11/international/11cnd-iraq.html

-Dexter Filkins, "Allawi Vows to Unite Iraq's Ethnic and Religious Groups," The New York Times, January 31, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/31/international/middleeast/31cnd-iraq.html?oref=login&pagewanted=all

-Dexter Filkins, "Demonstrators in Iraq Demand That U.S. Leave," The New York Times, January 31, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/10/international/middleeast/10iraq.html

-Dexter Filkins, "Low Voting Rate Risks Isolation for Sunni Iraqis," The New York Times, February 3, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/03/international/middleeast/03iraq.html

-Dexter Filkins, "On Bus, Bicycle and Foot, Suicide Bombers Aim at a Shiite Holy Day," The New York Times, February 20, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/20/international/20iraq.html

-Dexter Filkins, "Race for Top Iraq Post Narrows to 2 Shiites," The New York Times, February 16, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/16/international/middleeast/16iraq.html?pagewanted=all

-Dexter Filkins, "Shiite Faction Ready to Shun Sunday's Election in Iraq," The New York Times, January 19, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/29/international/middleeast/29iraq.html

-Dexter Filkins, "Shiites in Iraq Say Government Will Be Secular," The New York Times, January 24, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/24/international/middleeast/24shiites.html

-Dexter Filkins, "U.S. Says Files Seek Qaeda Aid in Iraq Conflict," The New York Times, February 9, 2004. http://www.nytimes.com/2004/02/09/international/middleeast/09INTE.html

-Dexter Filkins, "Vote Over, Iraq Faces Task of Forming a Government," The New York Times, February 1, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/01/international/middleeast/01challenges.html?oref=login&pagewanted=all

-Dexter Filkins and David E. Sanger, "Amid Tensions, Iraqi Leader Affirms Jan. 30 Vote Plan," The New York Times, January 6, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/06/international/middleeast/06iraq.html

-Edward Wong, "Balking at Vote, Sunnis Seek Role on Constitution," The New York Times, January 25, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/25/international/middleeast/25sunni.html

-Edward Wong, "Ballot Strength Leads Kurds to Press a Role as Deal Makers," The New York Times, February 9, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/09/international/middleeast/09iraq.html?pagewanted=all

-Edward Wong, "Crack Appears in Shiite Alliance as 2 Iraqis Withdraw," The New York Times, March 4, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/04/international/middleeast/04cnd-iraq.html

-Edward Wong, "Iraqi Lawmakers Choose Sunni Arab as Speaker," The New York Times, April 3, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/03/international/middleeast/03cnd-iraq.html

-Edward Wong, "Iraqi National Assembly Convenes for the First Time," The New York Times, March 16, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/16/international/middleeast/16cnd-iraq.html

-Edward Wong, "Iraqi Wrangling May Delay New Constitution and Next Vote," The New York Times, March 29, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/29/international/middleeast/29cnd-iraq.html

-Edward Wong, "Kurdish Leaders Ready to Be Courted as a Coalition Partner," The New York Times, February 14, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/14/international/middleeast/14kurds.html?pagewanted=all

-Edward Wong, "Major Parties in Iraq Agree on President and 2 Vice Presidents," The New York Times, April 5, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/05/international/middleeast/05cnd-iraq.html

-Edward Wong, "On Eve of National Assembly, Iraqi Parties Still Lack Consensus," The New York Times, March 28, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/28/international/middleeast/28cnd-iraq.html

-Edward Wong, "10 Dead in Insurgent Attacks Across Iraq," The New York Times, March 21, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/21/international/middleeast/21cnd-iraq.html

-Elaine Sciolino, "NATO Agrees on Modest Plan for Training Iraqi Forces," The New York Times, February 23, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/23/international/23nato.html?pagewanted=all

-Eric Schmitt, "Many Iraqi Troops Not Fully Trained, U.S. Officials Say," The New York Times, February 4, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/04/politics/04military.html?pagewanted=all

-Eric Schmitt, "NATO Members Pledge Support for Iraq Training Mission", U.S. Officials Say," The New York Times, February 10, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/10/international/europe/10cnd-nato.html

-Erik Eckholm, "Ally of Militant Cleric Is on the Stump in Sadr City," The New York Times, January 5, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/05/international/middleeast/05sadr.html?ex=1105678800&en=7b0e6e8a2b66550b&ei=5070&oref=login

-Erik Eckholm, "Attacks on Iraqi Shiite Leaders Raise Fears of Civil Strife," The New York Times, December 28, 2004.

http://www.nytimes.com/2004/12/28/international/middleeast/28iraq.html?oref=login&th

-Erik Eckholm, "Rebels Inflict Heavy Losses on the Iraqis," The New York Times, December 29, 2004. http://www.nytimes.com/2004/12/29/international/middleeast/29iraq.html

-Erik Eckholm, "Suicide Car Bombing in Iraq Kills 19," The New York Times, January 2, 2004. http://www.nytimes.com/2005/01/02/international/middleeast/02cnd-iraq.html

-Gulf News, "Possible abuse in TV confession show studied." April 5, 2005. http://www.gulfnews.com/Articles/RegionNF.asp?ArticleID=159408

-Hannah Allam, "Ethnic divisions laid bare in post-election Iraq", Knight Ridder Newspapers, May 13, 2005. http://news.yahoo.com/news?tmpl=story&u=/krwashbureau/20050513/ts_krwashbureau/_bc_usiraq_violence_wa_1

-Hassan M. Fattah, "Foreign Observers, Watching From Safe Distance, Approve," The New York Times, January 31, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/31/international/middleeast/31observers.html?pagewanted=all

-James Glanz, "Insurgents Wage Precise Attacks on Baghdad Fuel," The New York Times, February 21, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/21/international/middleeast/21sabotage.html

-James Glanz and Christine Hauser, "Iraqis Report a Variety of Complaints About Irregularities on Election Day," The New York Times, February 2, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/02/international/middleeast/02election.html?pagewanted=all

-John F. Burns, "At Least 79 Are Killed in New Round of Attacks in Iraq," The New York Times, May 11, 2005. http://www.nytimes.com/2005/05/11/international/middleeast/11cnd-iraq.html

-John F. Burns, "Iraq Legislators Set Up Panel to Draft a Constitution," The New York Times, May 11, 2005. http://www.nytimes.com/2005/05/11/international/11iraq.html?

-John F. Burns, "U.S. Shouldn't Cut Force Soon, Iraqi Leaders Say," The New York Times, February 2, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/02/international/middleeast/02iraq.html?pagewanted=all

-John F. Burns, "U.S. Starts New Offensive Against Rebels," The New York Times, February 21, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/21/international/middleeast/21iraq.html

-John F. Burns and Dexter Filkins, "Shiites in Iraq Back Islamist to Be Premier," The New York Times, February 23, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/23/international/middleeast/23iraq.html?adxnnl=1&pagewanted=all&adxnnlx=1109182109-RiFKNlBhNTZkEcGRLCVGeA

-John F. Burns and James Glanz, "Iraqi Shiites Win, but Margin Is Less Than Projection," The New York Times, February 14, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/14/international/middleeast/14iraq.html?pagewanted=all

-Kamran Al-Karadaghi, "Controversial TV show damages rebel cause," KurdishMedia, April 20, 2005. http://www.kurdmedia.com/news.asp?id=6656

-Michael Hirsh and John Barry "‘The Salvador Option’," Newsweek, January 14, 2005. http://www.msnbc.msn.com/id/6802629/site/newsweek

-Michael Schwartz, "The failings of 'the army you have'," Asia Times Online, March 10, 2005, aparecido en TomDispatch. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GC10Ak01.html

-Mona Mahmoud and Terence Neilan, "Insurgents Land Deadliest Blow Since Fall of Hussein's Regime," The New York Times, February 28, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/28/international/middleeast/28cnd-iraq.html

-Pepe Escobar, "Iraq's hostage cabinet," Asia Times OnLine, April 30, 2005. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GD30Ak01.html

-Pepe Escobar, "Shocked and awed into 'freedom'," Asia Times OnLine, March 22, 2005. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GC22Ak06.html

-Pepe Escobar, "The shadow Iraqi government," Asia Times OnLine, April 21, 2005. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GD21Ak02.html

-Peter Mass, "The Way of the Commandos," Global Policy, May 1 2005. Aparecido en The New York Times. http://www.globalpolicy.org/security/issues/iraq/occupation/2005/0501commandos.htm

-Radio Free Europe/Radio Liberty, Iraq report. Archive. Todos los informes entre enero y mayo de 2005.. http://www.rferl.org/reports/iraq-report/

-Radio Free Europe/Radio Liberty. "Terrorists on display," Iraq Report. 1 March 2005, Volume 8, Number 7. http://www.rferl.org/reports/iraq-report/2005/03/7-010305.asp

-Richard A. Oppel Jr., "Iraq Tries to Complete Cabinet, but a Sunni Rejects Nomination," The New York Times, May 8, 2005. http://www.nytimes.com/2005/05/08/international/middleeast/08cnd-iraq.html

-Richard A. Oppel Jr., "Meeting Resistance, Marines Continue Sweep in Western Iraq," The New York Times, May 10, 2005. http://www.nytimes.com/2005/05/10/international/middleeast/10cnd-iraq.html

-Richard A. Oppel Jr. and Robert F. Worth, "Iraq's President Says 50 Bodies Pulled From Tigris River," The New York Times, April 20, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/20/international/middleeast/20cnd-iraq.html?oref=login

-Richard A. Oppel Jr. and David E. Sanger, "Blame for Deadly Gunfight in Iraq Is Unclear," The New York Times, January 9, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/09/international/middleeast/09cnd-iraq.html

-Richard A. Oppel Jr. and David E. Sanger, "5 U.S. Troops Are Killed, and Baghdad Governor Is Slain," The New York Times, January 4, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/04/international/middleeast/04cnd-iraq.html

-Richard A. Oppel Jr. and Joel Brinkley, "Rice and Cheney Are Said to Push Iraq on Impasse", The New York Times, April 24, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/24/international/middleeast/24cnd-iraq.html

-Richard A. Oppel Jr. and Khalid al-Ansary, "Insurgents Kill Senior Official in Iraqi Police", The New York Times, January 11, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/11/international/middleeast/11iraq.html

-Richard A. Oppel Jr. and Khalid al-Ansary, "Insurgents Kill 2nd Senior Baghdad Official in 5 Days", The New York Times, January 10, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/10/international/middleeast/10cnd-iraq.html

-Richard A. Oppel Jr. and Khalid al-Ansary, "25 Insurgents Are Killed During Attack on U.S. Base in Mosul," The New York Times, December 29, 2004. http://www.nytimes.com/2004/12/29/international/middleeast/29cnd-iraq.html

-Robert F. Worth, "Bomb Kills 3 Iraqi Policemen in Procession," The New York Times, March 20, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/20/international/middleeast/20iraq.html

-Robert F. Worth, "Clerics Urge Sunni Arabs to Join Iraq's Police and Army," The New York Times, April 1, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/01/international/middleeast/01cnd-iraq.html

-Robert F. Worth, "In Iraq, a Tug of War Over the Truth," The New York Times, April 24, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/24/weekinreview/24wort.html

-Robert F. Worth, "Iraq's Assembly Accepts Cabinet Despite Tension," The New York Times, April 29, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/29/international/middleeast/29iraq.html

-Robert F. Worth, "Many Iraqis Losing Hope That Politics Will Yield Real Change," The New York Times, March 17, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/17/international/middleeast/17voices.html

-Robert F. Worth, "Shiite Leader Named Iraq Premier to End 2 Months of Wrangling," The New York Times, April 8, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/08/international/middleeast/08iraq.html

-Robert F. Worth, "Sunni Leader Insists on Timetable for U.S. Withdrawal," The New York Times, March 29, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/29/international/middleeast/29sunni.html

-Robert F. Worth, "2 Suicide Bombers Strike in Iraq During Shiite Holiday," The New York Times, March 31, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/31/international/middleeast/31cnd-iraq.html

-Robert F. Worth. and Edward Wong, "40 Killed by Suicide Bombing in Shiite Mosque in Iraq," The New York Times, March 10, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/10/international/middleeast/10cnd-iraq.html

-Steven R. Weisman, "Under Pressure, Qatar May Sell Jazeera Station," The New York Times, January 30, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/30/international/middleeast/30jazeera.html

-Steven R. Weisman, "U.S. Avoids Role of Mediator as Iraqis Remain Deadlocked," The New York Times, March 20, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/20/politics/20diplo.html

-Steven R. Weisman and John F. Burns, "Some Sunnis Hint at Peace Terms in Iraq, U.S. Says," The New York Times, May 15, 2005. http://www.nytimes.com/2005/05/15/international/middleeast/15strategy.html

- The New York Times, "Election Complaints Emerge in Iraq," January 31, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-Messy-Election.html

- The New York Times, "Final Election Results Will Be Delayed, Iraqis Say," February 9, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq.html

- The New York Times, "41 Corpses Found in Iraq; Blast Kills Four," March 9, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq.html

- The New York Times, "Insurgent Attacks Against Troops Decline," March 30, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-Declining-Attacks.html

- The New York Times, "Insurgent Intimidation Weakens Iraq Forces," February 4, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-US-Iraq.html

- The New York Times, "Kurdish Candidate Vows to Include Sunnis," January 31, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-Kurds.html

- The New York Times, "Letter Believed Sent to Al - Zarqawi Found," May 3, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-Al-Zarqawi-Letter.html

- The New York Times, "93 Percent of Registered Iraq Ex - Pats Vote," January 31, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-Overseas-Voting.html

- The New York Times, "Shiites Fail to Agree on Nominee for Iraq's Top Post," February 16, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq.html?pagewanted=all

- The New York Times, "Shiites Seek Iraq Prime Minister's Post," February 2, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-Shiites.html

- The New York Times, "3 Insurgent Groups Warn Iraqis Against Voting," December 31, 2004. http://www.nytimes.com/2004/12/31/international/middleeast/31iraq.html

- The New York Times, "World Leaders Welcome High Turnout in Iraq," January 31, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-World-View.html?pagewanted=all

-Thom Shanker and Eric Schmitt, "Security Efforts Hold Insurgents Mostly at Bay," The New York Times, January 31, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/31/politics/31military.html?pagewanted=all

-Thom Shanker and Eric Schmitt, "U.S. Plans to Ease Offensive and Transfer Some Troops to Train Iraqi Units," The New York Times, February 2, 2005. http://www.nytimes.com/2005/02/02/politics/02military.html?pagewanted=all

-Tom Engelhardt, "Bases, bases everywhere," Asia Times Online, June 3, 2005. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GF03Ak02.html

-Valentinas Mite, "Iraq: Army Finds No Sign Of Hostages As Rumors Rule The Country," Radio Free Europe/Radio Liberty, April 18, 2005. http://www.rferl.org/featuresarticle/2005/4/7262B93D-AB95-4B2B-B3F4-C5F7D9FA04D1.html

-Warzer Jaff and Richard A. Oppel Jr., "Bomber Posing as Iraqi Police Recruit Kills at Least 60," The New York Times, May 4, 2005. http://www.nytimes.com/2005/05/04/international/middleeast/04cnd-iraq.html

Notas

1 En la provincia de Salahuddin, la participación fue del 29%; en Diyala (con un tercio de la población shiíta) 33%; en Nínive, 17% (la mayoría de los que votaron eran kurdos y shiítas).

2 Zona en Bagdad que alberga a funcionarios iraquíes y la embajada estadounidense.

3 Los países en cuestión son: Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, Emiratos Arabes Unidos, Estados Unidos, Francia, Irán, Jordania, Países Bajos, Reino Unido, Siria, Suecia y Turquía.

4 Ver María Inés Pampin, "El conflicto kurdo en Irak. Primera Parte," Transoxiana 5.

5 Para más información, ver primera parte de esta serie.

6 Saddam Hussein había cambiado las fronteras de Kirkuk para incluir más zonas habitadas por árabes.

7 Distrito shiíta pobre de Bagdad, bastión de Moqtada al-Sadr.

8 Robert F. Worth, "Many Iraqis Losing Hope That Politics Will Yield Real Change," The New York Times, March 17, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/17/international/middleeast/17voices.html

9 Ibid

10 Ibid

11 Ibid

12 Demora permitida por la constitución provisional en el caso de ser aprobada por la asamblea y el consejo presidencial para el 1° de agosto, sin que sea posible una nueva postergación. Según el calendario original, la constitución sería sometida a un referéndum el 15 de octubre, tras lo que un nuevo gobierno sería elegido en diciembre.

13 Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak, uno de los principales grupos shiítas. Para más información ver primera parte de esta serie.

14 Robert F. Worth, "Iraq's Assembly Accepts Cabinet Despite Tension," The New York Times, April 29, 2005. http://www.nytimes.com/2005/04/29/international/middleeast/29iraq.html

15 Ibid.

16 Ver primera parte de esta serie.

17 David E. Sanger, "Bush Hails Iraqi Vote, but Warns of More Fighting Ahead," The New York Times, January 31, 2005. http://www.nytimes.com/2005/01/31/politics/31prexy.html?pagewanted=all

18 Ibid

19 Zarqawi es el individuo más buscado por Estados Unidos en Irak. Su organización, surgida en 2004, se ha aliado con al-Qaeda. Inicialmente conocida como Tawhid wa’al-Jihad (Grupo de la Unidad y de la Jihad), cambió su nombre a Tanzim Qa’idat al-Jihad fi Bilad al-Rafidayn ("La Organización de Jihad de al-Qaeda en la tierra de los dos ríos"). En diciembre de 2004 Osama bin Laden reconoció a Zarqawi como su emisario oficial en Irak. Zarqawi ha reivindicado numerosos ataques.

20 Abu Musab al-Zarqawi: Full text of letter intercepted by US intelligence. Royal United Services Institute http://www.iraqcrisis.co.uk/resources.php?idtag=R4035FFA78815C

21 Translation of a letter from Abu Asim al Qusaymi al Yemeni to "the Sheik."

Multi-National Force- Irak. www.mnf-iraq.com/Releases/May/translation.doc

22 Al-Jazeera, que tiene una audiencia de entre 30 y 50 millones de personas, ha tenido problemas también con Arabia Saudita, Irán y Egipto debido a su cobertura de cuestiones internas de dichos países.

23 Ver Max Fuller, "Death squad style massacres. For Iraq, ‘The Salvador Option’ Becomes Reality," Global Research, 2 June 2005. http://globalresearch.ca/articles/FUL506A.html;

Michael Hirsh and John Barry "‘The Salvador Option’," Newsweek, January 14, 2005. http://www.msnbc.msn.com/id/6802629/site/newsweek;

Pepe Escobar, "Iraq's hostage cabinet," Asia Times OnLine, April 30, 2005. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GD30Ak01.html;

Peter Mass, "The Way of the Commandos," Global Policy, May 1 2005. Aparecido en The New York Times. http://www.globalpolicy.org/security/issues/iraq/occupation/2005/0501commandos.htm

24 Ver John F. Burns and Eric Schmitt, "Generals Offer a Sober Outlook on Iraqi War," The New York Times, May 19, 2005. http://www.nytimes.com/2005/05/19/international/middleeast/19cnd-iraq.html

25 Ver Tom Engelhardt, "Bases, bases everywhere," Asia Times Online, June 3, 2005. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/GF03Ak02.html

26 The New York Times, "World Leaders Welcome High Turnout in Iraq," January 31, 2005. http://www.nytimes.com/aponline/international/AP-Iraq-World-View.html?pagewanted=all

27 Ibid

28 Ibid

29 Ver primera parte de esta serie.

30 Sin embargo, no debe deducirse de esto que Irán busca instalar en Irak un régimen islámico, dado que tal régimen podría constituirse en un modelo competidor del de Irán en términos religiosos y políticos.

31 Para más información sobre el papel de Irán en Irak, ver International Crisis Group, "Iran in Iraq: how much influence?," Middle East Report N° 38 – 21 March 2005. www.crisisgroup.org

32 Mahdi favorece la privatización de la industria petrolera, la desregulación de la economía y los acuerdos con el FMI.

33 Milicia del CSRII.

34 Edward Wong, "10 Dead in Insurgent Attacks Across Iraq," The New York Times, March 21, 2005. http://www.nytimes.com/2005/03/21/international/middleeast/21cnd-iraq.html

35 Ver primera parte de esta serie.

36 Agrupación que reúne a líderes religiosos sunitas, surgida en abril de 2003, tras la caída de Bagdad.

37 Los sunitas son mayoría en las provincias de Anbar, Salahuddin y Nínive.

38 Para más información sobre la cuestión kurda iraquí ver serie de trabajos en Transoxiana 5, 6, 7, 9 y 10.

39 Esto se debe a que el poder negociador kurdo era mayor mientras estuviera pendiente la redacción y ratificación de la constitución.

40 Falluja, ciudad sunita que hasta noviembre de 2004 era considerada el "corazón" de la insurgencia, fue objeto en dicho mes de una masiva operación conducida por fuerzas estadounidenses, que resultó en la prácticamente total destrucción de la ciudad y el traslado de los insurgentes a otras ciudades sunitas. Para más información sobre la mencionada operación, ver primera parte de esta serie.

41 El 4 de marzo tropas estadounidenses dispararon contra un vehículo que transportaba a una periodista italiana, Giuliana Sgrena y a un agente italiano, Nicola Calipari, que había participado en la liberación de Sgrena de sus secuestradores. La primera resultó herida y el segundo muerto. El incidente desató una crisis en las relaciones italo-estadounidenses, con ambos países llegando a conclusiones por completo diferentes luego de una investigación conjunta.

42 El informe fue revelado en su totalidad a través de la transferencia del documento en PDF, que había sido mal grabado, a documento de Word, utilizando el recurso de "copiar y pegar".

43 Oficiales estadounidenses afirmaban que la ofensiva había resultado en la captura o muerte de entre el 30 y el 50% de los nombres en sus listas de blancos.

44 Ver Max Fuller, "Death squad style massacres. For Iraq, ‘The Salvador Option’ Becomes Reality," Global Research, 2 June 2005. http://globalresearch.ca/articles/FUL506A.html

45 La lista de los miembros del régimen de Saddam Hussein más buscados por Estados Unidos fue presentada en forma de un mazo de cartas tras la caída de aquel.

46 Para más información sobre el programa, ver Gulf News, "Possible abuse in TV confession show studied." April 5, 2005. http://www.gulfnews.com/Articles/RegionNF.asp?ArticleID=159408;

Radio Free Europe/Radio Liberty. "Terrorists on display," Iraq Report. 1 March 2005, Volume 8, Number 7. http://www.rferl.org/reports/iraq-report/2005/03/7-010305.asp;

Kamran Al-Karadaghi, "Controversial TV show damages rebel cause," KurdishMedia, April 20, 2005. http://www.kurdmedia.com/news.asp?id=6656

© the author/s
Actualizado el 07/08/2005
Valid HTML 4.01!
Any Browser!
Como lo hacemos?