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JEO2004

Primeras Jornadas de Estudios Orientales

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Transoxiana, Journal Libre de Estudios Orientales

20 y 21 de Diciembre de 2004
Escuela de Estudios Orientales, Universidad del Salvador
Buenos Aires, Argentina

La presencia de Lilith en los escritos rabínicos y su origen

Mag. María Martha Fernández

Licenciada en Cs. de la Comunicación - Master en Ciencias de la Religión

Área temática: Mesopotamia - Antiguo Israel

Palabras clave: Mitología hebrea - Génesis - Adam Kadmon - Lilith - Isthar - Inanna - Lilitú - Demonios babilónicos - Poemas de Gilgamesh - Andrógino - Kabbalah

Resumen: Durante el Génesis (o Bereshit) del Antiguo Testamento, aparece insinuada una tercera presencia, Lilith, que tiene mayor protagonismo en la literatura hebrea paralela más que en el texto sagrado. Su numinosidad se remonta a una tradición mesopotámica que la une con las diosas babilónicas Ishtar, Inanna, y Anath entre otras. En el Judaísmo, por lo contrario, no se la ha deificado, si no que ha sido vehículo para introducir el concepto del mal ligado a lo femenino, generando, no sólo una leyenda a su alrededor, si no, también, rituales religiosos judíos.

Introducción

Relato de la Creación

Según el Bereshit, como en otros mitos cosmológicos, en la primera creación de D's o del ser o seres creadores, "el creado" era el resultante de una unión absoluta y armoniosa de los géneros conocidos en Uno: el Andrógino. En la mitología hebrea aparece el Adam Kadmón, hombre prototípico y primordial (Gen. 1:26 "Dijo Elohim: Hagamos al ser humano a nuestra imagen como a nuestra apariencia", Gen 1:27 "Creó Elohim al ser humano a su imagen, a la imagen de Elohim lo creó: Macho y hembra".)

Para comprender el concepto que describe a ese andrógino, nos vale recordar dos puntos. Primero, el relato de Platón en "El Banquete": "Existió una raza primordial, pues, cuya especie está ahora extinguida, formada por seres que llevaban en sí ambos principios: el Masculino y el Femenino". Los miembros de aquella raza andrógina "eran extraordinarios por su fuerza y atrevimiento" hasta el punto que se enfrentaron a los dioses; son los llamados "Gigantes" en los mitos antiguos, que fueron fulminados. Sin embargo, otra versión que se acerca más a la que se supone por los escritos Midrásicos, fue la que dan por supuesta los textos sagrados. La única manera de "neutralizar" ese poder fue dividiéndolos.

Para el imaginario de los textos hebreos como el Ma'aseh Bereshit -relato de la creación y sus especulaciones místicas-, Adam Kadmon es el resumen de lo cósmico y está en perfecta armonía entre lo femenino y masculino. Gracias a esta ecuación, místicos hebreos comenzaron a esbozar las dimensiones de D's.

En el Midrash del Genesis Rabba1 -método de interpretación de las Escrituras- el Rabbi Yirmeyah ben Lazar dijo: "Cuando el Santo, bendito sea, creó el primer hombre, lo creó andrógino, pues está dicho Macho y Hembra los creó... y les puso de nombre Adam (Gen. 5,2)." Dijo R. Semuel bar Najmán: Cuando el Santo, bendito sea, creó al primer hombre, lo hizo de dos caras; después lo partió y le proveyó de dos espaldas, una para cada parte".

En su "Tratado de las Religiones", Mircea Elíade completa claramente este concepto: "Adán y Eva fueron hechos espalda con espalda, unidos por los hombres, y D's los separó de un hachazo, cortándolos en dos. Otras interpretaciones difieren, explicando que el primer hombre era Hombre por el lado derecho y Mujer por el lado Izquierdo, pero D's los partió en dos mitades". 2

En el Bereshit Erubin se menciona a un ser con un rostro masculino que miraba hacia delante y uno femenino que miraba hacia atrás, unidos por la espalda. Como la circunstancia entorpecía la capacidad de movimiento y dificultaba la conversación, D's dividió al andrógino y dio a cada mitad una nueva espalda, aportando más detalles otras versiones.

Para Jean Libis3, esta división supone la dislocación del Adam Kadmón andrógino hacia una especie de infrahumanidad. Considerando que, como indica la Kabbalah -interpretación de la mística judía- el mayor elemento de meditación y aprendizaje son los Sefiroth -las once esferas del conocimiento-; éstas contienen intrínsicamente los dos principios: el Femenino y el Masculino. A su vez, éstas no sólo pueden ser proyectadas a un nivel cósmico, si no, ya que es un saber dinámico, conforman una imagen del hombre en perfecta armonía y equilibrio - como lo era en el Adam Kadmon-; en el corte, la división las desarmoniza.

Aproximación al nacimiento de la Lilith hebrea

La creación de este Adam Kadmón es reemplazada por Adam, que es creado el sexto día, luego de dar nombre a los animales de la creación (Gen. 2:20: "...En cuanto al hombre, no encontró ayuda frente a él").

En el Bereshit Yebamot 63 a. explica que, luego que Adam viera desfilar a las parejas de animales y todos los seres vivientes, sintió celos de su amor y, aunque intentó copular con cada hembra por turnos, no encontró satisfacción en el acto. "Todas las criaturas menos yo tienen la pareja apropiada", rogó a D's.

Las prácticas zoofílicas eran muy comunes entre los pastores de Medio Oriente y figuran unas tres veces en el Pentateuco (Génesis, Exodo, Números, Reyes y Deuteronomio). Un antecedente se podría encontrar en el Poema de Gilgamesh, donde se relata que Enkidu vivía con gacelas y se codeaba con otras bestias salvajes, hasta que, en el abrevadero, la sacerdotisa Aruru revirtió esta conducta luego de estar en su compañía durante siete días y seis noches.

Según el Yalqut Reubeni, "D's formó entonces a Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán, aunque utilizó inmundicia y sedimento en lugar de polvo puro" y continúa: "De la unión de Adán con este demonio-hembra, y con otro como él llamado Naamá, hermana de Tubal Caín, nacieron Asmodeo e innunmerables demonios que todavía atormentan a la humanidad"4. También se deja asentada la posibilidad de que Lilith se haya presentado, junto con Naamá, disfrazadas como rameras de Jerusalén frente a la corte del rey Salomón.

Planteo

Genealogía babilónica

Los orígenes de la presencia de Lilith se remontan a raíces sumerias o acadias. Se ha hecho una distinción entre diferentes clases de espíritus malignos, ya sean diablos, demonios o fantasmas5.

Clase Descripción Nombres
Diablos Tienen la misma naturaleza que los dioses, producen vientos, tormentas y enfermedades Gallu, Ilu.
Fantasmas Almas desencarnadas de humanos que no pueden encontrar descanso y deambulan por la tierra Utukku Ekimm
Demonios Mitad humanos, mitad seres humanos supernaturales. Rabisu, Alu, Labartu, Lilitu, Lilu, Ardat Lili, Idlu lili.

A su vez, la imaginería se dividía en dos grupos: Lamashtu (Labartu, Labasu, Ahhazu) y el de Lilitu (Lilu, Lilitu, Ardat Lili). La clasificación realizada por Thompson fue constatada según la décima tabla de la serie ugud-hul-a-mes, investigación expuesta por John Prosecky . Sobre Lilitu, Thompson menciona que era "un demonio maligno que el hombre ha creado sobre una cama en una noche de sueño", apareciendo una idea que estaría ligada a Lilith en todo su simbolismo: La seducción como arma, la noche como hábitat y el erotismo -cualidad devenida quizás de Ardat Lili- que, en la tergisversación que se da con el paso del tiempo, transforma a Lilith en "súcuba".

Lamashtu e Ishtar delinearían mejor el perfil de Lilith. Lilitú fue perdiendo ciertas características a través de la tradición hebrea. Desaparece, principalmente, su carácter divino original y se convierte en una imagen descolorida y errante.

En la demonología hebrea aparecen, entonces, los espíritus o Ruchot, las pestes o Masqim y los destructores Chabalim. A todos ellos se los puede englobar dentro de los Shedim, un término derivado del arameo Shida, significa "demonios". Pero los Shedim tienen una doble naturaleza: Pueden ser benevolentes e incluso solidarios con la actividad humana, pero ha preponderado su principio generador de problemas. Casi todos son de género masculino.

El término hebreo Shed, "canción", proviene seguramente del término Shedú, que definía en Babilonia a una deidad etónica que era adorada como un toro alado con cabeza de hombre. Su par femenino era Lamassú o Lama, llamada Kal en Sumeria y que era venerada con el cuerpo de vaca y cara de mujer; ambos eran las imágenes que custodiaban las afueras de los palacios. Ella fue retomada en el panteón sumerio y, a partir de ahí, fue tomando ciertas características que heredó la anteriormente nombrada Lamashtú, y que traspasaría a Lilith.

Estos demonios hembras observaban los nacimientos y, durante los trabajos de parto, trataban de herir o atacar directamente a la madre, con el fin de robar al recién nacido para luego matarlo, como se puede observar en un sello cilíndrico expuesto en el Museo de Oxford6

En los textos se señala que Labartú vive en las montañas o en las riberas de los ríos. Su apariencia es espantosa, con cabeza y cara de león embravecido y piel blanca como arcilla. Gruñe como león y aúlla como chacal. De esencia salvaje y despiadada, su sola presencia significa destrucción. Los encantamientos que usaban para protegerse de ella hablaban de la creación como antítesis de su propia naturaleza, que nos recuerda al principio que mueve a Kali.

Lamashtú dará origen a la Lamia griega, que puede tener origen en una princesa frigia; otras teorías señalan que podría ser la hija de Laistrygons de Libia. Según la mitología griega, Lamia fue amante de Zeus, con quien tuvo una prolífica descendencia hasta que la celosa Hera mató a todos sus hijos, menos a Esquila. Lamia perdió su belleza y, en venganza por su prole asesinada, secuestra a los recién nacidos. Tiene cuerpo de reptil y la cabeza de una mujer hermosa.

De Isthar deviene otra característica que se reconoce en Lilith: El poder de seducción de la diosa babilónica. Su veneración hizo que ésta tomara siempre ciertas aristas enigmáticas, pero que le otorgarán el poder femenino de la seducción. Opuesta completamente a Lamashtú, puede llegar a considerarse como la Diosa Madre, la Reina del Cielo.

Ishtar fue conocida como "Astar de Siria". Así se la llamó en Egipto durante la XVIIIa. Dinastía. En el siglo XII AC, se confundían sus cualidades y nombres: Anath, Astarté o Qadesh, "Damas del Cielo". Ya Qadesh introduciría la idea que aparecerá en la iconografía de Lilith: la diosa parada sobre leones.

Asheráh es de origen canaanita y arriba al mundo hebreo hacia el 586 AC. En esta cosmovisión, seguramente, encarnará la idea opuesta a la que representaba Lilith. Durante la destrucción del primer templo, en los tiempos de Nabucodonosor, los canaanitas y hebreos compartieron los altares y lugares de culto, fusionando los panteones propios con los sirios y los de otros pueblos de la Mesopotamia

Esta diosa, la más importante de la imaginería canaanita y con presencia desde el siglo XIV AC, era la esposa del dios El, que también ingresará al mundo hebreo hasta permanecer como uno de los 72 nombres de D's. Darán la progenie divina de la que descenderán Baal, Anath y Mot.>7

Su culto continuó durante el periodo de los reyes y jueces; principalmente se le encomendaban los partos y la fertilidad, lo que la hizo muy popular.

La confusión entre los nombres de Asherah y Astarté se debe a las conocidas Cartas de Amarna, documentos diplomáticos de histórico contenido cuya importancia reside en que atestiguan las relaciones sociopolíticas en Medio Oriente, de Egipto con Canaán y Mesopotamia, Anatolia y el Egeo, durante el reinado de Amenhotep III hasta el de Ay (año 1386 hasta 1321 AC).

En el año 621 AC, el Rey Josías introdujo la reforma que rompió el elemento integral del antiguo Israel: Yahvé y Asherá como pareja sagrada. Anath continuará en los mitos ugaríticos y no tiene ninguna aparición en los textos sagrados judeo-cristianos. Encarnará a la diosa de la guerra, considerándola como la más sedienta de sangre. Ese perfil la hará protectora de los faraones en Egipto: "La diosa, la victoriosa, una mujer actuando como hombre, vestiduras de hombres, ceñidas como una mujer"

Lilith, la primera amante de Adán

Lilith, que mostraba una fuerte impronta canaanea, se resistía a yacer por debajo de Adán: "¿Porqué he de yacer debajo de tí? Yo también fui hecha con polvo y por tanto, soy tu igual" -decía, según el Midrash Alphabeta de Ben Sira. Al ser forzada por Adán, pronunció el nombre de D's, se elevó por los aires y desapareció. Ante las quejas de Adán, D's envió a Sansenoy, Semangelof y Senoy a buscarla. La hallaron en el Mar Rojo. Esta región se caracterizaba por la presencia de demonios, con los cuales ella ya había engendrado a los Lilim, "a razón de más de cien por día".

Se supone que Lilith representaba a las mujeres canaaneas, que adoraban a la anteriormente mencionada Anath y acostumbraban mantener relaciones sexuales pre-matrimoniales. Es una forma de censurar a algunas mujeres israelitas que tenían estas prácticas, y queda expresamente prohibido en Deuteronomio 23,18: "Que no haya prostitución entre las israelitas ni entre los israelitas", en demostración de la pureza sexual.

En cuanto a la idea de que la mujer permanezca por sobre el hombre, las adoradoras de la griega Hécate -según lo que reseña Apuleyo- acostumbraban realizar de esta manera sus encuentros sexuales, al igual que lo que indican ciertos grabados del antiguo Sumer.

"Regresa con Adán de inmediato o te ahogaremos". Ella respondió que ya no podía regresar con él luego de su estancia en el Mar Rojo. Ante la reiterada amenaza de muerte, Lilith explica: "¿Cómo puedo morir, si D's me ha ordenado que me haga cargo de todos los recién nacidos, de los niños hasta el octavo día de vida (el de la circunsición) y de las niñas hasta el vigésimo día?. No obstante, si alguna vez veo vuestros tres nombres o vuestras esfigies en un amuleto sobre un recién nacido, prometo perdonarle la vida". Así arribaron a un trato, pero D's castigó a Lilith, haciendo que cientos de sus hijos demoníacos perecieran por día y que, encolerizada por la presencia de un amuleto protector, matara a su descendencia.

La huida de Lilith al Oriente, y la aparición posterior de Eva, sirven como metáfora moral del comportamiento de la consorte. Eva ya será creada a partir de la costilla de Adán -en una de sus versiones, ya que el término que se utiliza es Tselá, que significa "lado", "sombra" y "costilla"-, en una alegoría de la supremacía masculina. Por otra parte, Patai y Graves señalan que el hecho de que Lilith haya realizado ese itinerario es un testimonio histórico de los pastores nómadas que se admitían como huéspedes de los canaaneos. "Éstos se apoderaban del poder y cuando la familia real huye, ocupan un segundo reino que rinde pleitesía a la diosa hitita Heba"8, que podía incluir sacrificos humanos como los que se supone sublimaron en la muerte de Abel, en el suceso con Caín.

Considerando que en los relatos del Génesis 1 y el 2 con carácter más sacerdotal y menos alegórico, tienen una cierta discrepancia, ésta favoreció la literatura que reforzaría el mito de Lilith.

Las especulaciones sobre su creación serían: que haya sido creada antes que Adam, en el quinto día; o sea, inacabada o simultáneamente con él (según el Zohar9, creada como parte de él). Otra versión explica que comparte la creación con Samael, que había emergido de un andrógino que provenía por detrás del Trono, o sea, el producto siniestro-opuesto, del Adam Kadmón y, finalmente, surgida de un abismo primordial.

PUNTOS A DESARROLLAR, PENDIENTES.

Referencias

1 Vegas Montaner, Luis: Genésis Rabbah I. Ed. Estella, 1994.

2 Eliade, Mircea: Tratado General de las Religiones. Ed. Cristiandad, 1974.

3 Libis, Jean: El Mito del Andrógino. Ed. Siruela, 1982.

4 Graves, Robert - Patai, Raphael: Los Mitos Hebreos. Alianza Editorial, 1986.

5 Thompson, R. Campbell: Diablos y Espíritus Malignos de Babilonia. Vol. I y II. Luzac and Company, 1903.

6 Langdon, S.H: Babylonian and Hebrew Demonology with the Reference to the Supposed Borrowing Persian Dualism in Judaism and Christianity. JRAS, 1934.

7 Patai, Raphael: The Hebrew Goddess. Wayne State University Press.

8 Ibid. 4

9 Sefer ha-Zohar III.19ª. Se traduce como "Libro del Esplendor". Comentario místico al Pentateuco N.A.